Conexión Jaguar, el programa de sostenibilidad de ISA, incursionó en el primer banco de hábitat que se implementa en Colombia para emitir créditos de biodiversidad.
Lo hará a través del apoyo financiero al plan de manejo del proyecto Banco de Hábitat El Globo (BHG), desarrollado por Terrasos, una empresa colombiana especializada en la estructuración y operación de inversiones ambientales.
El proyecto tiene como objetivo la conservación y restauración, por un período de 30 años, de 16.250m2 de bosque de niebla en Támesis, Antioquia (lo que equivale a cuatro estadios de fútbol).
Esta área, que se encuentra en las estribaciones de la Cordillera Occidental, en jurisdicción de los municipios de Támesis y Jardín (Antioquia), está entre los 2.400 y 2.800 metros sobre el nivel del mar.
Allí se protegerán:
- Seis nacimientos de agua
- 290 especies de aves
- Ocho especies de anfibios
- 24 especies de reptiles
- 12 especies de peces
- 29 especies de mariposas
- 76 especies de mamíferos
Según ISA, el bosque de niebla es un ecosistema considerado como una de las joyas más valiosas que tiene Colombia. Este ecosistema es estratégico, a escala mundial, debido a la riqueza de especies de fauna y flora, algunas de ellas endémicas, como por ejemplo las plantas epífitas (aquellas que crecen sobre otro vegetal u objeto como soporte).
Asimismo, las áreas de bosque de niebla del proyecto son cruciales para la regulación del agua, la captura de carbono y el ciclo de nutrientes, ayudando a contrarrestar la pérdida y fragmentación de hábitats.
“Ser pioneros en la incursión al mercado de créditos voluntarios de biodiversidad es otra de las acciones, concretas y verificables, que emprende ISA con el fin de aportar a reducir la brecha financiera para la conservación de la biodiversidad. Este es uno de los grandes compromisos en asuntos de naturaleza positiva que tenemos gobiernos y empresas”, Jorge Andrés Carrillo, presidente de ISA.
¿Qué son los bancos de hábitat como los que impulsará ISA?
Son áreas de conservación en donde se realizan acciones de preservación y restauración en ecosistemas amenazados.
Estos bancos de hábitat pueden emitir y comercializar créditos de biodiversidad como un instrumento para financiar la conservación, de manera eficiente, y con alto impacto.
Pero ¿qué son los créditos de biodiversidad? Son un mecanismo de financiación voluntaria para proyectos de biodiversidad que permite, tanto a empresas como a personas naturales, contribuir de manera sencilla, rápida y confiable con la protección de la naturaleza.
“Tener a ISA y su programa Conexión Jaguar como aliado, representa una señal muy clara de que el sector privado encuentra valor en la protección de la biodiversidad a través de un instrumento trazable, transparente y de alta integridad”, indicó Mariana Sarmiento, gerente general de Terrasos.
Estos créditos son generados a través del Protocolo para la Emisión de Créditos de Biodiversidad Voluntarios, pionero en Latinoamérica y a nivel global.
Este permite la conservación de 10 m² de ecosistemas amenazados, durante 30 años, bajo estrictos estándares técnicos, financieros y jurídicos, y de la mano de las comunidades locales.
Cada transacción es registrada en Biotrust, una plataforma digital desarrollada por XM, que utiliza tecnología blockchain para llevar el registro de cada unidad adquirida.
Gracias a esta tecnología de contabilidad descentralizada es posible consultar el registro público y garantizar su inmutabilidad.
Al adquirir estos créditos, ISA no están compensando sus impactos negativos, sino que está contribuyendo positivamente a la biodiversidad a largo plazo mediante aportes voluntarios.
Estas inversiones garantizan la mitigación del cambio climático, la mejora de la resiliencia de las especies y la reducción de la fragmentación de los ecosistemas, entre otros.