Seis personas fueron judicializadas, entre ellas dos mujeres que, al parecer, usaban fajas para adherir al cuerpo las botellas del producto adulterado e ingresarlas ocultas a recintos públicos. Más de una tonelada de licor falso, insumos y maquinaria fue incautada.
Las multitudes se convertían en factor de oportunidad para la estructura delictiva conocida como ‘Balco’. En conciertos, manifestaciones, escenarios deportivos y otros actos masivos, al parecer, se escuchaban las voces de algunos de sus integrantes ofreciendo diferentes bebidas embriagantes que, en realidad, eran peligrosas mezclas que representaban riesgo inminente para salud y la vida de las personas que las adquirían.
El trabajo investigativo realizado por la Fiscalía General de la Nación evidenció que los licores comercializados por esta organización correspondían a productos falsos o alterados. Al parecer, eran fabricados en casas de familia en el sur, centro y suroccidente de Bogotá, en condiciones precarias de salubridad y mediante la combinación indiscriminada de alcohol y otras sustancias.
Posteriormente, con la apariencia de aguardiente, whisky, cerveza y ron, supuestamente, ‘Balco’ vendía estos productos en eventos públicos. Para este propósito dos presuntas integrantes de la estructura, identificadas como Olga Nicacia Rozo Lara y Angélica Gaviria Cárdenas, adherían las botellas o cajas de tetrapack al cuerpo con fajas, las ingresaban a los recintos públicos y las comercializaban subrepticiamente.
También hay evidencia de que la estructura distribuía en bares y locales del sector de San Andresito en el centro de Bogotá; y en distintas ciudades donde programaban actos masivos, como el Carnaval de Barranquilla.
Captura y judicialización
Seis de los presuntos integrantes de ‘Balco’ fueron capturados por investigadores del CTI en ocho diligencias de registro y allanamiento realizadas en los barrios Los Laches, Marco Fidel Suárez, El Rocío, Roma y El Restrepo, y en la localidad de Los Mártires, en Bogotá.
Los procedimientos contaron con el apoyo del Gaula Militar, peritos especializados del INVIMA y de industrias licoreras nacionales y extranjeras, y representantes de la Secretaría de Salud de Bogotá. En total se incautó más de una tonelada de producto terminado, insumos líquidos y sólidos, etiquetas y maquinaria.