Este viernes, el presidente de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), hizo un llamado a continuar con el paro que dio inicio el pasado miércoles 12 de junio, avanzando en una nueva jornada que ha denominado la ‘Gran Toma de Bogotá’, con la cual se espera que la marcha inicie en los cuatro puntos de entrada de la ciudad.
Estas movilizaciones han iniciado, como una señal de rechazo por parte del gremio de profesores del país, al proyecto de ley que busca reformar la educación, la cual se encuentra en proceso de discusión en el Congreso de la República.
«El presidente de FECODE, Domingo Ayala Espitia, convoca a la Gran Toma de Bogotá, el lunes 17 de junio, y a continuar en todas las acciones en el marco del Paro Nacional Permanente en defensa de la educación pública y de la profesión docente. ¡Vamos a las calles!», indicó el gremio a través de su cuenta oficial de X.
Domingo Ayala Espitia, presidente del sindicato, indicó que la ciudadanía y los maestros necesitan continuar con los esfuerzos que se han establecido «en todas las asambleas que se han desarrollado durante toda la semana y todo el fin de semana, y la llegada a Bogotá el día lunes 17 de junio, por los cuatro costados de la entrada a Bogotá, donde seguro la participación va a ser masiva. No tenemos hoy la oportunidad, siquiera de descansar, necesitamos convencernos de que la lucha es la única bandera que necesitamos para derrotar esa enmienda, que se planteó por la extrema derecha y que hoy necesitamos que sea derrotada en el Congreso de la República».
Según el llamado de la federación al Paro Nacional Permanente, algunas de las propuestas que incorporó el Gobierno Nacional son regresivas y desvirtúan el reconocimiento de la educación como un derecho fundamental.
Entre las iniciativas que destacó, Fecode señaló que la ley incorpora un enfoque mixto de educación, habilitando la privatización y la mercantilización de la misma, lo que plasma el interés de imponer la simbiosis entre el recurso público y el sector privado»; además, fecode indicó que «Restringe el acceso a la educación superior de las amplias poblaciones con más dificultades, al imponer como criterio la meritocracia».