El cirujano bumangués Antonio Figueredo Moreno fue condenado a 16 años de prisión por los delitos de violencia intrafamiliar y acceso carnal violento agravados, en un caso que ha conmocionado a la opinión pública debido a la gravedad de los actos perpetrados contra su expareja sentimental, María Paula Pizarro Higuera.
La sentencia fue dictada por el juzgado 11 de conocimiento de Bogotá e impone una pena de 16 años y cinco meses de prisión (198 meses de cárcel). Sin embargo, surge controversia sobre el lugar donde cumplirá su condena.
El juez rechazó la solicitud de la defensa para que Figueredo cumpliera la pena en detención domiciliaria, basándose en la contundencia de las pruebas presentadas por la Fiscalía y en la gravedad de los delitos cometidos. La defensa del cirujano anunció la apelación de la sentencia, lo que significa que la decisión aún no es definitiva y Figueredo permanecerá en detención domiciliaria hasta que se resuelva el recurso.
Durante el juicio, se demostró que Figueredo perpetró una serie de agresiones físicas y abuso sexual contra María Paula Pizarro, causándole secuelas físicas y psicológicas. La valentía de la víctima al enfrentar el proceso judicial y denunciar estos hechos atroces ha sido destacada.
El abogado defensor de Figueredo presentó un recurso de apelación, el cual será resuelto por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, generando debate sobre la discreción judicial en casos sensibles y reavivando la discusión sobre la protección de las víctimas de violencia de género.
La sentencia también incluye una inhabilitación para que Figueredo ejerza cargos públicos durante su condena, reflejando la gravedad de sus acciones y la necesidad de proteger a la sociedad de individuos que perpetran violencia de género.
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En el transcurso del juicio, se revelaron detalles escalofriantes sobre la golpiza y el abuso sufridos por María Paula Pizarro, incluyendo intentos de manipulación por parte de Figueredo para cambiar su testimonio y encubrir los crímenes cometidos.
A pesar de la conducta del médico durante el proceso legal y la ausencia de antecedentes judiciales previos, las pruebas presentadas por la Fiscalía fueron contundentes, evidenciando la gravedad de los hechos y el sufrimiento de la víctima.