Un Paso Hacia la Autonomía y la Igualdad?
El debate en torno al aborto es sin lugar a dudas, uno de los temas más polémicos y sensibles actualmente en Colombia y en el mundo entero, sin embargo tras la decisión de La Corte Constitucional con cinco votos a favor y cuatro en contra donde es declarado Derecho Fundamental es imperativo analizarlo desde una perspectiva de derechos humanos.
POR: LINA MARGARITA REYES GONZALES ESPECIAL PARA PERIÓDICO HOY ES VIERNES.
En 2006, la Corte Constitucional de Colombia emitió un fallo histórico con la Sentencia C-355, despenalizando el aborto en casos específicos. Este fue un hito en la lucha por los derechos reproductivos de las mujeres en Colombia y un paso hacia la igualdad de género. En el centro de este debate se encuentra la idea de la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos, la capacidad de tomar decisiones informadas sobre la maternidad es esencial para garantizar la igualdad de género, enunciando que sin el reconocimiento de este derecho, las mujeres son despojadas de su capacidad de decisión y control sobre sus vidas, resultando no ser suficiente hablar de igualdad sin garantizar a las mujeres la opción de elegir cuándo y si desean ser madres.
El reconocimiento del aborto como derecho fundamental tiene un impacto significativo en la salud pública. La prohibición del aborto no evita que ocurra, solo lo hace más peligroso. La realidad según la Corte Constitucional consiste en que las mujeres recurrirán a abortos clandestinos y peligrosos cuando se les niega el acceso a servicios de aborto seguros y legales, colocando en riesgo sus vidas y su salud y l reconocer el aborto como un derecho, Colombia puede reducir drásticamente la incidencia de abortos inseguros y sus trágicas consecuencias.
En el corazón de este debate se encuentra el concepto de cuándo comienza la vida. Aquellos que se oponen al reconocimiento del aborto como un derecho fundamental a menudo lo hacen desde una perspectiva que valora la vida desde la concepción. Desde este punto de vista, la interrupción del embarazo se percibe como un acto que termina con una vida humana en desarrollo. No se trata de negar el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre su cuerpo, sino de reconocer que este derecho no debería suprimir el derecho a la vida de un ser humano en potencia.
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La sociedad colombiana tiene profundas raíces culturales y religiosas que valoran la vida desde el inicio de la concepción. Para muchos, esta creencia es una parte fundamental de su identidad y su cosmovisión. Considerar el aborto como un derecho fundamental puede ser visto como un intento de imponer una perspectiva que no es compartida por todos y que choca con convicciones profundamente arraigadas.
Sin embargo, persisten desafíos tales como la objeción de conciencia por parte de profesionales de la salud y la estigmatización social continúan siendo obstáculos. Es esencial abordar estos problemas con sensibilidad y educación, respetando tanto la libertad de conciencia como el derecho de las mujeres a acceder a servicios de aborto seguros. Asimismo, el debate sobre el aborto trasciende la dicotomía de «pro-vida» y «pro-elección». Es una cuestión de derechos en conflicto: el derecho de la mujer a tomar decisiones sobre su cuerpo y el derecho a la vida del feto en desarrollo. En una sociedad pluralista, es esencial buscar un equilibrio entre estos derechos en lugar de considerar uno como fundamental a expensas del otro.
Además, la etiqueta de «derecho fundamental» conlleva una serie de implicaciones legales y éticas. Al reconocer el aborto como un derecho fundamental, podría dar lugar a situaciones donde se permita la interrupción del embarazo sin restricciones, incluso en etapas avanzadas del embarazo. Esto plantea preguntas importantes sobre la viabilidad y el sufrimiento del feto, así como sobre la ética de la práctica del aborto en casos extremos.
Podría considerarse que al determinarse el aborto como derecho fundamental en Colombia sería contradictorio con el derecho a la vida consagrada en la carta magna, entre tanto para nuestra Corte Constitucional el equilibrio se encuentra en la idea de que el derecho a la vida es un principio fundamental, pero no absoluto, dado que a Constitución reconoce que en ciertas circunstancias, otros derechos, como el derecho a la salud incluidos el óptimo estado de ánimo y el equilibrio mental de la madre y la autonomía de la mujer, pueden entrar en conflicto con el derecho a la vida del feto, contando con un plazo de hasta 24 semanas de gestación sin excepción.
En conclusión, el reconocimiento del aborto como un derecho fundamental en Colombia es un tema altamente controversial que se encuentra con fallo C-055 en firme por parte de La Corte Constitucional, anulando las sentencias previas, la T-430/22 y T-158/23 y que merece un diálogo abierto y respetuoso, con enfoque equilibrado que respete la diversidad de opiniones y valores en nuestra sociedad. Esto implica considerar cuidadosamente los derechos en conflicto y trabajar hacia soluciones que respeten tanto la autonomía de las mujeres como el valor de la vida en desarrollo.