El gobierno recientemente expidió un decreto para mantener, durante este año, las tarifas de 143 peajes a precios del 2022, medida que tuvo lugar en medio de una inflación desbordada que le ha drenado el poder de compra a los colombianos.
Sin embargo, hay que dejar claro que la medida no consiste en que las casetas cobren lo mismo del año pasado y ahí murió el asunto, no: el valor de los peajes se congela pero el porcentaje que tendrían que subir (13,1%), se les debe reconocer a estos puntos de recaudo, y el gobierno se comprometió a poner ese diferencial.
Lo cierto es que como ha ocurrido en otras ocasiones, los ministerios están enviando dos mensajes diferentes cuando se les ha preguntado cuánto costará ese diferencial y de dónde saldrá la plata para pagarlo.
Por un lado, José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, dijo que esta especie de subsidio costará $800.000 millones y saldrá de la adición presupuestal que se presentará próximamente ante el Congreso de la República, mejor dicho, que saldrá de la reforma tributaria aprobada el año pasado. Y por otro lado, Guillermo Reyes, ministro de Transporte, tiró unas cuentas que hablan de menos plata, pero mencionó que se apalancaría en el cobro de impuesto por valorización.
“Se van a utilizar para financiar estos recursos que deberían recibirse (…), cercanos a los $600.000 millones o $700.000 millones, fuentes alternas que están en la ley y que los gobiernos anteriores no habían utilizado”, comentó Reyes.
“Esas fuentes alternas —añadió el ministro— son, entre otras, la valorización y la plusvalía. Nosotros tenemos plena facultad de cobrar valorización sobre las obras que están en proceso de construcción y que nos pueden quitar esa gran presión que existe sobre los usuarios y sobre esas fuentes habituales que eran los fondos de contingencia”.
El ministro de Transporte profundizó en esas fuentes de capital y aseguró que “estos recursos con los que se va a financiar la congelación vendrán de los recursos que entran al Fondo de Fuentes Alternativas de Pago, que llamamos el FIP, que es el aumento del valor en el suelo por las obras, esto es valorización y plusvalía”.
En ese orden de ideas, Reyes dijo en Blu Radio que ese cobro de valorización se le cargará a todos los propietarios de terrenos que se beneficien de las obras de interés público que actualmente están en construcción.
“¿A los campesinos y pequeños agricultores? Obviamente no. Pagarán predios que generen una mayor valorización por cuenta de la obra que hace el Estado”, dijo tras aclarar que la fórmula para determinar a partir de qué tamaño los predios pagarían la valorización aún no se ha establecido.
De momento, la congelación de las tarifas ha causado polémica porque implica un gasto más en el que incurrirá el gobierno y demandará un nuevo esfuerzo fiscal.
Juan Camilo Restrepo, exministro de Hacienda, trinó al respecto y dejó ver una inquietud que podrían tener quienes siguen de cerca las finanzas del país: “Se anuncia que el costo fiscal del congelamiento de los peajes ($ 600.000 millones) se incluirá en el presupuesto adicional que se tramitará en el primer trimestre. Minhacienda deberá hacer milagros para que todos los gastos que vienen pidiendo pista quepan en ese presupuesto”.