La Fiscalía imputó por cuarta vez al gobernador de Arauca, José Facundo Castillo, por presuntas irregularidades de contratación para la logística y entrega de kits de ayuda humanitaria, para la población afectada por la emergencia sanitaria del covid-19 en ese departamento.
De acuerdo con la investigación, este contrato fue asignado a Multiservicios MAEL SAS ZOMAC, empresa en la que, según la Fiscalía, su representante legal sería una persona cercana al mandatario departamental y todos los actos previos en los que intervino el gobernador estuvieron dispuestos para favorecer al único proponente y limitar la participación de otros interesados.
El material de prueba da cuenta de que el exmandatario habilitó un fin de semana para abrir y cerrar un proceso de contratación de los paquetes humanitarios. A la invitación pública se presentó un solo proponente, a quien le fue entregado el contrato en una rápida selección. pic.twitter.com/yUqRatlqdt
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) May 12, 2022
Esto se explica, según la Fiscalía, porque José Facundo Castillo firmó un decreto, el viernes 3 de abril de 2020, en el que habilitó el fin de semana inmediato para realizar el proceso de contratación. En ese sentido, el sábado 4 de abril se abrió la invitación pública y el domingo 5 abril, a las 5 p.m., se cerró el plazo para recibir propuestas.
Durante los dos días solo se presentó un solo oferente, Multiservicios MAEL SAS ZOMAC, a quien el lunes 6 de abril, en una rápida valoración, le fue asignado el contrato de los paquetes humanitarios.
Además, la Fiscalía encontró un sobrecosto de más de 233.000 millones de pesos en los valores de algunos productos alimenticios que conformaban los kits de suministro, los cuales estaban por encima de los precios del mercado y que posteriormente fueron ajustados y se evitó un detrimento patrimonial.
Por estos hechos José Facundo Castillo fue imputado por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos agravado y peculado por apropiación en grado de tentativa y seguirá privado de la libertad en la cárcel La Picota de Bogotá