El Festival de Cine Latino de Chicago se celebra anualmente en Chicago desde 1985 y es organizado por el Centro Cultural Latino Internacional (ILCC).
Entre sus objetivos ha estado presentar el trabajo de cineastas latinoamericanos prometedores, con un interés especial en películas que muestran la diversidad de la región y que desafían los estereotipos comunes relacionados a ella.
Las ocho coproducciones colombianas que harán parte de la edición número 38 son los largometrajes: “La ciudad de las fieras”, “El árbol rojo”, “Cantos que inundan el río”, “La pesca del atún blanco”, y los cortometrajes: “Entre tú y Milagros”, “El intronauta”, “Animales de guerra” y “Zarzal”. Le contamos un poco de cada una.
– La ciudad de las fieras, de Henry Rincón
Con su madre recién fallecida y su padre sin dar rastros de vida, Tato, de 17 años, pasa la mayor parte de su tiempo pintando grafitis y participando en duelos de rap junto a sus amigos Pitu y La Crespa, en Medellín.
Tato abandona la ciudad cuando se mete en líos con una pandilla local y se dirige al campo en busca de su abuelo Octavio, del cual ha estado distanciado. La relación es espinosa al principio, pero pronto comienzan a confiar el uno en el otro. Sin embargo, Tato no puede ignorar el llamado de la ciudad, sobre todo cuando se entera de los motivos reales de la desaparición de su padre.
– El árbol rojo, de Joan Gómez
La vida tranquila y bastante rutinaria de Eliécer se vuelca patas arriba cuando, justo después de la muerte de su padre, Esperanza, de siete años, aparece en la puerta de su casa afirmando ser su media hermana. Reacio a que su vida sea interrumpida, Eliécer empaca su ropa y su gaita colombiana y emprende un viaje a la capital en busca de la madre de la niña. A ellos se une Toño, un barquero que sueña con convertirse en boxeador en la gran ciudad.
Esta ópera prima de Gómez Endara es una road movie cautivadora y conmovedora que se mueve al ritmo suntuoso de la música folclórica colombiana.
– Cantos que inundan el río, de Germán Arango
Oneida, siendo una niña, aprendió la tradición afrocolombiana de cantar alabados para acompañar a los muertos en su viaje al purgatorio. Su pueblo se convirtió en el escenario de lo que se conoció como la Masacre de Bojayá, que tuvo lugar en 2002 después de que un cilindro bomba, lanzado por el grupo guerrillero FARC contra los paramilitares, cayera sobre una iglesia llena de civiles.
El director Germán Arango Rengón pinta un retrato inspirador y profundamente espiritual de una mujer que sana, a través de su canto, las profundas heridas de una región azotada por la violencia.
– La pesca del atún blanco, de Maritza Blanco
Los sueños de Mariana, de diecisiete años, de ir a la facultad de medicina se vienen abajo cuando ella y su abuelo, un pescador, usan sus ahorros para salvar la vida de su hermano menor. Desesperada por reponer esos fondos, recurre a un grupo de jóvenes que se ganan la vida recogiendo los fardos de cocaína arrojados al océano por los contrabandistas. Cuando recoge uno de estos fardos, el capo a quien le pertenece la obliga a ella y a su abuelo a trabajar para él.
– Entre tú y Milagros, de Mariana Saffon
Retrata cómo a sus quince años, Milagros sigue buscando desesperadamente la aprobación y el amor de su madre. Este verano, un rechazo inesperado y un encuentro con la realidad ponen en duda su relación con su madre, su privilegio y su propia existencia.
– El intronauta, de José Arboleda
Muestra cómo en un mundo saturado de información mediática, un hombre escapa a un espacio fantástico imaginado gracias a su capacidad de dibujar. Mientras el mundo en el que vive sigue sofocando al mundo pacífico de sus dibujos, él se escapa para convertirse en el Intronauta, navegante del espacio interior.
– Animales de guerra, de Eduardo Bustos
Después de mucho tiempo, Antonio vuelve a ver a Rubén mientras compiten el uno contra el otro en un torneo de lucha. La noche antes de su combate, deambulan por el hotel, intentando reprimir sus deseos.
– Zarzal, de Sebastián Valencia Muñoz
A la luz de un domingo lleno de sol, en 1990, William y su pequeño hijo Jacobo dan un largo paseo hasta una piscina. Un hermoso día juntos, visto a través de la inocencia de Jacobo, se ve acechado por un trasfondo de violencia que los envuelve.