El mandatario se refirió a las propuestas del Gobierno de inversiones forzosas y una ley de financiamiento en torno a la transición descarbonizada.
El presidente Gustavo Petro insistió en la inversión forzosa. El jefe de Estado anunció que el gobierno introducirá ante el Congreso una iniciativa destinada a movilizar una parte del ahorro depositado en los bancos, con el objetivo de canalizar estos fondos hacia proyectos de producción.
Además, el mandatario se refirió a las propuestas del Gobierno de inversiones forzosas y una ley de financiamiento en torno a la transición descarbonizada para apalancar la reactivación. Explicó que esta iniciativa implica “sacar del ahorro público en los bancos un porcentaje para destinarlo como crédito barato, con costo financiero pequeño, a las actividades de la producción, como se está haciendo hace décadas con la agricultura”.
Lo que significa que el Gobierno podría usar una parte del dinero que los colombianos tienen en el sistema financiero para llevarlo a los bancos públicos, para que estos otorguen créditos a entidades que hoy en día no los pueden recibir. Sin embargo, esta propuesta necesita de un proyecto de ley para ser ejecutada.
Este dinero saldría de las cuentas de ahorro, que, con corte de mayo de 2024, creció hasta $294,6 billones. José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda, explicó que hay que diferenciar dos tipos de inversión forzosa. «La primera siempre ha existido, esa propuesta tiende a desincentivar el crédito del sector financiero y desvía recursos que debía estar destinados a otros actores, y eventualmente se eleva el costo de crédito».
Sin embargo, aclaró que esta nueva propuesta del presidente Gustavo Petro es distinta. «En este caso particular, el ahorro de los colombianos no se queda en el sistema financiero, sino que pasa al Gobierno y son ellos los que asignan el recurso, por eso, en el fondo es una medida que no tiene sustento ni legal ni constitucional», dijo Restrepo.
Agregó que es por esta razón que se convierte en una medida cuasi confiscatoria, pues los colombianos no ingresan su dinero en el sistema financiero para que lo administre el Gobierno. «Lo meten en el sistema para que lo administre el sistema financiero en quien confía porque es el gestor profesional para administrar los recursos, en este caso en particular el Gobierno si está requiriendo el dinero del sistema y el Gobierno asignaría los recursos».
Para Bruce Mac Master, presidente en Andi, es una medida cuestionable pues dijo que «resulta preocupante que uno quiera utilizar los ahorros de la economía y llevarlos a las entidades que no tienen acceso al crédito».
Cifras del sistema
Esta propuesta llega en un momento en el que 11 de los 30 bancos reflejan números rojos en sus utilidades, según las cifras del sistema de Superfinaciera con corte de mayo.
En su más reciente reporte de cifras del sistema financiero, en el que, desagregando por tipo de entidad, los bancos acumularon utilidades por $2,9 billones, las corporaciones financieras por $211.700 millones, las cooperativas de carácter financiero por $22.000 millones y las compañías de financiamiento, por su parte, reportaron pérdidas de $168.600 millones.
Analizando por bancos, los que más perdieron fueron Bbva con pérdidas por $236.102 millones; seguido por Bancamía (-$153.228 millones); Banco Popular (-$147.553 millones); Banco Pichincha (-$115.834 millones); Scotiabank Colpatria (-$107.750 millones); Banco Falabella ($-38.014 millones); Lulo Bank (-$35.888 millones); AV Villas (-$30.282 millones); Mibanco (-$22.931 millones); Bancoomeva (-$20.822 millones); y Banco W (-$17.135 millones).
Asobancaria rechazó el plan de inversiones forzosas
El presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón, rechazó este martes la propuesta de inversiones forzosas que propone el presidente Gustavo Petro como parte del plan de reactivación que lanzarán.
“Si uno quiere financiar parte del plan de reactivación del Gobierno con inversiones forzosas se va a encontrar con muchas dificultades en el camino”, dijo Malagón durante su intervención en el Foro Conversaciones por Colombia del Consejo Gremial Nacional: Reactivación Económica.
Martha Woodcock, presidente ejecutiva del Banco Santander en Colombia, también considera que las inversiones forzosas no son un buen mecanismo debido a que esto encarece el crédito.
“Por cada recurso que el banco capta, hoy el sistema financiero tiene unas inversiones forzosas; si a esas inversiones forzosas le incrementamos, eso significa que va a haber menos recursos disponibles, aunque vayan a otro sector. Y eso encarece de alguna manera el crédito”. Además, añadió que la propuesta del Gobierno debería ir más en línea de buscar una reactivación conjunta para todos los sectores.
Sin embargo, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró que lo que se busca con este proyecto es ampliar el alcance de las inversiones forzosas para más allá de Finagro.
El anuncio no tardó en despertar una oleada de críticas. Uno de los cuestionamientos vino de su antecesor Iván Duque, quien expresó en su cuenta de X (antes Twitter) que “las inversiones forzosas no son otra cosa que el inicio del ‘exprópiese’ de los ahorros de la gente en los bancos”.
El expresidente agregó que ni el Congreso de la República ni las entidades judiciales podían permitir “la peligrosa agresión a los derechos de los ciudadanos. Proteger los ahorros es un deber moral”, anotó.
La situación generó varios comentarios, mucho de ellos de pánico. Por ejemplo, la cuenta de X: Magaly Rueda (@magalyrueda2) comentó que el dinero que cada persona ahorra en un banco es dinero privado, por lo que la iniciativa del Gobierno sería expropiar el ahorro de cada colombiano. “Nos va a despilfarrar los ahorros (…)”, indicó.
Los efectos
Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá. insistió en que el Gobierno se equivoca en querer administrar esos recursos porque la entidad más calificada es el sector financiero. Advirtió que no se puede ignorar que se trata de una mala decisión porque “seguramente los criterios para dar esos créditos serán politiqueros y burocráticos, porque esa es la lógica de actual mandato”.
De hecho, Restrepo sí considera que este panorama se asemeja a una “cuasi expropiación” porque la gente mete su dinero a las entidades financieras del Estado porque confían en ellas, pero no para que el Gobierno tome ese dinero y los preste según sus criterios.
Por su parte, Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, comentó en el foro del Consejo Gremial Nacional (Conversaciones por Colombia) que América Latina desmontó las inversiones forzosas en nueve países y solamente persisten en cinco, eso por los bajos resultados obtenidos.
Malagón explicó que las inversiones forzosas son subsidio cruzado que benefician a unos consumidores con créditos a tasas más bajas, mientras que a otros les toca unas más altas.
El líder gremial advirtió que reducir los fondos préstales de la economía para darles a unos sectores créditos más baratos, tendrá como consecuencia que “todos los demás tengan créditos más altos, (…) como si no hubiera gente millonaria en el turismo y pobres en el comercio”, anotó.
Por su parte, José Ignacio López, presidente de Asociación Nacional de Instituciones Financiera (Anif), sostuvo que los empresarios pierden con dicho proyecto, ya que tendrían menos recursos para demandar crédito y, por tanto, se verían expuestos a mayores tasas de interés. “Pierden también los ahorradores porque es probable que los bancos tengan que reducir las tasas de depósitos”.