Después de muchas incógnitas en torno al caso de Daniel Sancho, el programa de Sonsoles Ónega reveló las imágenes de la reconstrucción de los hechos que el mismo Sancho realizó frente a la policía de Tailandia tras la confesión del asesinato del cirujano colombiano de origen cordobés Edwin Arrieta.
Con todo tipo de detalles, así fue la reconstrucción de los hechos en la que Daniel Sancho explicó como durante una discusión acalorada con Edwin Arrieta debido a la relación sentimental que mantenían, acabó pegándole un puñetazo y golpeándole en repetidas ocasiones en la cabeza hasta dejarlo inconsciente en el baño de la exclusiva villa en la que estaban hospedados en Tailandia.
“Yo le dije: ‘lo siento, esto tiene que acabar. No quiero hacerlo más’. Él estaba desempacando la maleta. Me levanté, di un paso hacia atrás y le di un puñetazo. Él se cayó, yo estaba cogiéndolo y me mordió”, aseguró el joven durante la reconstrucción de los hechos.
Su relato continuó: “Él me agarró fuerte, por lo que yo lo cogí hacia mí y lo tiré, golpeándose en el cuello. En poco tiempo todo se llenó de sangre. Yo no me quedé ahí, creo que antes lo volví a golpear varias veces. Estuve caminando por la habitación durante dos horas”.
Tras dos horas sentado frente al cuerpo, Sancho aseguró que lo arrastró hasta la ducha donde dejó el agua caliente correr para evitar que la sangre coagulara. Posteriormente lo dejó ahí y empezó a traer las bolsas. “Traje la sierra y el machete”, afirmó durante la confesión. “Luego de desmembrarlo, lo puse en las bolsas”, relató crudamente.
Acompañado por más de diez personas entre las que se encuentran las traductoras y las autoridades tailandesas correspondientes, el español se mostró muy tranquilo a la hora de relatar los hechos, aunque no puede evitar tensionarse cuando le preguntan por ciertos detalles: “¿Es realmente necesario?” pregunta cuando le ofrecen una especie de cuchillo para que haga la simulación del descuartizamiento.
Sancho se encuentra tras las rejas desde mediados de agosto en la cárcel de Samui, después de que confesara ante las autoridades de Tailandia haber asesinado a Arrieta en Koh Phangha, una de las islas del país asiático.
Este último testimonio de Sancho no concuerda con otros detalles revelados anteriormente ni con los resultados de la autopsia de los restos de Arrieta, los cuales determinaron que el médico murió degollado. Asimismo, existe la hipótesis que indica que el médico seguía vivo cuando comenzó a desmembrarlo.
Del mismo modo, videos de cámaras de seguridad en un supermercado revelaron el momento preciso en que Sancho compra un cuchillo de cocina, implementos de aseo y también otro clip en el que da un paseo en moto de él y su víctima horas antes al asesinato.
Aunque este tipo de delitos en Tailandia son castigados hasta con la pena máxima de muerte, la familia del cirujano se ha negado a que este sea el castigo que reciba, ya que sus creencias religiosas no les permite aceptar este tipo de sentencias, pero lo que sí esperan es que reciba una pena máxima ejemplar, y de esta forma pague por la muerte de Arrieta. Además de una indemnización por cerca de $500 mil euros.