El reciente escándalo de acoso sexual que involucra al ex viceministro del Interior, Diego Cancino, ha generado una fuerte controversia en el Gobierno colombiano, especialmente en torno a su posible nombramiento en la dirección de la Sociedad de Activos Especiales (SAE). El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se refirió a la situación y aclaró que, a pesar de que el Gobierno tenía planes para su designación, «no hay decreto de nombramiento», lo que lo convierte en un «hipotético nombramiento».
El escándalo se desató tras la denuncia penal presentada por Viviana Vargas, funcionaria del Ministerio del Interior. Según su testimonio, revelado por la revista Cambio, Cancino intentó besarla y tocar su cuerpo sin su consentimiento en un encuentro que tuvieron el 9 de octubre en su apartamento. Estas acusaciones han provocado una ola de críticas y un intenso debate sobre la cultura de acoso en el ámbito político colombiano.
La polémica en torno a su llegada a la SAE, que ya estaba prácticamente lista, ha llevado a que fuentes de Presidencia indiquen que «el tema se está estudiando». En una muestra de la incertidumbre que rodea esta situación, el ministro Bonilla cuestionó: “¿Usted conoce el decreto donde fue nombrado?”, evidenciando que el Gobierno está reconsiderando su postura frente a esta designación.
Las acusaciones contra Cancino no se limitan a la denuncia de Vargas. La presentadora de RTVC, Ana María Vélez, también ha hecho pública una experiencia negativa con el exviceministro, quien la invitó a cenar a altas horas de la noche tras haber sido cancelada de un programa. Vélez respondió contundentemente a la invitación, expresando su incomodidad y reafirmando su derecho a establecer límites claros.
Este escándalo ha puesto de relieve la necesidad de abordar seriamente el acoso sexual y la conducta inapropiada en el ámbito público. La comunidad política y social sigue expectante ante la decisión que tomará el Gobierno respecto a la posible designación de Cancino, mientras se intensifican las demandas por una cultura de respeto y responsabilidad en las instituciones.