La interrupción reciente de los servicios de tecnología e información (TIC) del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) ha dejado a más de 8 millones de estudiantes sin acceso a plataformas educativas cruciales. Esta crisis se originó el 27 de octubre, tras el vencimiento de un contrato de urgencia con Telefónica, el proveedor que hasta entonces garantizaba los servicios tecnológicos de la entidad. Al no haber implementado un plan de transición adecuado, el Sena se encontró en una situación crítica que impidió el normal desarrollo de las actividades académicas.
A pesar de las advertencias de la Procuraduría General de la Nación, que había emitido alertas sobre la inminente transición digital hacia un nuevo proveedor, Internexa, el Sena no logró evitar un «apagón» digital que afectó a sedes en todo el país. Las plataformas clave, como Zajuna y Sena Sofía, experimentaron caídas prolongadas, lo que llevó a una serie de quejas tanto por parte de los usuarios como del sindicato del Sena (Sindesena). Este último afirmó que «no se tomaron las medidas oportunas» para asegurar la conectividad necesaria.
Marcio Melgosa, Procurador Delegado para la Vigilancia de la Función Pública, manifestó que la dirección del Sena no ha respondido adecuadamente a las solicitudes de información sobre la garantía de la continuidad del servicio. La falta de un plan de contingencia durante el cambio de proveedor ha sido un punto crítico, destacando las deficiencias en la gestión de la entidad.
En respuesta a las críticas, el Sena justificó su decisión al afirmar que esta transición hacia un nuevo modelo permitirá un ahorro estimado en más de 99 mil millones de pesos anuales. Sin embargo, la Procuraduría ha advertido que, a pesar de estos beneficios económicos, la caída de los servicios ha causado un «traumatismo» para los estudiantes, quienes no han podido realizar sus actividades ni acceder a programas virtuales esenciales.
La contratación directa de Internexa también ha suscitado preocupaciones en la Procuraduría, que ha señalado la posible falta de un proceso competitivo que garantice la pluralidad de oferentes. Esto plantea interrogantes sobre la idoneidad del nuevo proveedor y la transparencia en el manejo de los recursos públicos.
La situación subraya la urgente necesidad de una gestión más eficaz y transparente en la administración de los servicios TIC del Sena. A medida que la entidad presenta informes sobre los ahorros derivados de este cambio, los estudiantes y la comunidad educativa esperan soluciones rápidas para restablecer el acceso a las plataformas educativas y asegurar que este tipo de crisis no vuelva a ocurrir.