Recientemente, una pareja de Wellington, Nueva Zelanda, solicitó el reembolso del dinero de su vuelo, porque al lado de sus asientos se encontraba un perro que, al parecer, se estuvo tirando gases durante todo el viaje, lo que arruinó su experiencia.
Gill y Warren Press se encontraban en la primera etapa de su vuelo desde Europa hacia su país natal, el cual tenía una duración de 13 horas desde París hasta Singapur, de acuerdo con ‘The Independent’.
Según el medio citado, la pareja compró sus tiquetes con Singapore Airlines y adquirió asientos de clase económica premium, lo que quiere decir que contaban con puestos más grandes. El problema surgió cuando se dieron cuenta de que quedaron ubicados junto a un pasajero que viajaba en compañía de un perro de apoyo emocional que, según ellos, estaba haciendo ruidos molestos.
‘La saliva del perro se pegaba en su pierna’: pasajera se quejó de su experiencia.
Gill Press le comentó al medio ‘Stuff’ cómo descubrió que el canino se encontraba en el asiento del lado: “Escuché este ruido, un fuerte resoplido. Pensé que era el teléfono de mi marido, pero miramos hacia abajo y nos dimos cuenta de que era el perro respirando. Dije: ‘No voy a tener esto sentado a nuestro lado durante todo el viaje’”.