La Guardia Costera de Estados Unidos mantiene la esperanza de encontrar con vida a los cinco ocupantes del sumergible Titán, desaparecido cerca de los restos del Titanic, dijo el jueves el jefe de las vastas operaciones de rescate en el Atlántico Norte, a pesar del temido agotamiento de las reservas de oxígeno. Hay que señalar que «un campo de restos» aún sin identificar cerca del barco fueron hallados por los equipos de búsqueda.
La búsqueda, en la que participan barcos, robots y aviones, había entrado este jueves en una fase crítica, pues las 96 horas de oxígeno de emergencia de que disponía el sumergible “Titán” de la empresa privada OceanGate Expeditions, se habrían agotado este jueves.
A bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman -ambos también con nacionalidad británica-; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250 mil dólares por turista.
La tragedia del “Titán” hace recordar algunas similitudes entre el hundimiento de Titanic y la novela «El Naufragio del Titán», ficción escrita 14 años antes de que el transatlántico se perdiera entre la profundidad del Atlántico.
Dos tragedias entrelazadas por el destino
La novela «El Naufragio del Titán», escrita por Morgan Robertson y publicada en 1898, ha sido objeto de comparación y fascinación debido a las sorprendentes similitudes que presenta con el trágico hundimiento del Titanic en 1912. Aunque Robertson escribió su obra antes de que el famoso transatlántico se construyera, las similitudes entre ambos eventos son notables y han capturado la imaginación de generaciones. A continuación te presentamos una serie de similitudes entre el caso ficticio y el real.
Tanto en la novela como en la realidad, el barco principal lleva un nombre similar. En «El Naufragio del Titán», el barco se llama Titán, mientras que en la vida real fue bautizado como Titanic. Ambos eran considerados insumergibles y representaban la cúspide de la ingeniería marítima de su tiempo.
Tanto el Titán, como el Titanic eran barcos de proporciones colosales para su época. Ambos eran considerados gigantes de los mares y compartían una longitud similar, con una diferencia de sólo unos pocos metros. En ambas historias, los barcos carecían de suficientes botes salvavidas para todos los pasajeros y tripulantes a bordo. Esta falta de preparación y capacidad para evacuar a todos los ocupantes se convirtió en un factor crucial en la pérdida de vidas durante los naufragios.
En la novela como en la realidad, los barcos chocan con un iceberg en el Atlántico Norte. La descripción del impacto y sus consecuencias en ambos relatos presentan sorprendentes similitudes, incluyendo la falta de visibilidad y la vulnerabilidad del casco de los barcos. Las dos historias se mencionan advertencias previas al desastre que no son tomadas en serio por las autoridades y los responsables de los barcos. Esta negligencia contribuye en gran medida a la tragedia que se desencadena.