En todo un novelón público se convirtió la pelea entre Los Del Sur y los dirigentes de Nacional. Luego de la pelea con el Esmad y los destrozos en la tribuna Sur, la Alcaldía de Medellín entró en escena y tomó parte por la barra. El secretario de Gobierno, Juan Pablo Ramírez, dijo que los dirigentes de Nacional eran responsables al no asistir a una concertación previa al partido.
Pues bien, en medio del cruce de declaraciones, el alcalde Daniel Quintero amenazó públicamente al presidente de Nacional, Mauricio Navarro:
“Si el presidente de Nacional cree que me va a poder tratar a mí como trata a sus hinchas, está muy equivocado. Inasistencia a las mesas de seguridad, 1.000 millones en daños, 89 heridos, 800 policías por partido y todavía tiene la conchudez de amenazar a la Alcaldía. No me conoce definitivamente”.
Ese fue el mensaje retador del alcalde a las directivas de Nacional. Y es que unas horas antes, ya el alcalde había dicho que no prestaría más el Atanasio hasta que Nacional no se sentara y llegara a acuerdos con la barra. Sin embargo, hay que aclarar que el estadio no se presta, sino que se arrienda a los equipos y para ello se dispone un contrato.
Para saber más del problema: Nacional y Los Del Sur rompieron relaciones: el club le quitó los beneficios a la barra
El presidente de Nacional, Mauricio Navarro, ha dicho en medios de comunicación que a la barra se le daban 500 boletas gratis para cada partido y que Los Del Sur pedían dinero para las salidas del equipo. En ese orden de ideas, Navarro dijo que el club no estaba en disposición de apoyar a todas las barras organizadas del equipo y que ninguna debería tener prelación o más beneficios que las demás.
La barra, entretanto, ha argumentado que los recursos eran parte del trabajo logístico que desde hace 12 años. Fuera de la pelea política, los disturbios dejaron saldos muy lamentables.
Los enfrentamientos dejaron destrozos en el mobiliario del Estadio Atanasio Girardot, en Medellín, donde se tuvo que cancelar el partido contra el América de Cali, para el cual todavía no hay una nueva fecha. Según el balance de las autoridades, los ataques violentos dejaron un saldo de 89 personas lesionadas, entre ellas unos 30 policías y más de 50 ciudadanos, de los cuales cuatro fueron trasladados a centros asistenciales y los demás se atendieron en el sitio.