La oferta pública de adquisición (OPA) del Grupo Gilinski por Grupo Argos fracasó esta semana luego que el empresario caleño, también uno de los principales accionistas de Sura y Nutresa, no lograra convencer al mercado por los títulos del holding de infraestructura y energía tras 20 días de negociaciones por ellos.
Gilinski apenas obtuvo el 11,08 % de las acciones ordinarias de Grupo Argos en la OPA. No obstante, buscaba entre 26 % y 32,5 % del holding que reúne a empresas como Cementos Argos, Celsia y Odinsa, entre otras, por lo que no se acercó siquiera al 50 % del mínimo.
¿Pero por qué no vendieron los accionistas ante una oferta de US$4,28, con un dólar al alza? (La acción de Grupo Argos cerró el 7 de julio en $14.000)
De acuerdo con el accionista Fernando López, uno de los más longevos con títulos de la compañía, existiron varias razones para que la oferta de Gilinski no fuera exitosa, teniendo una fuerte implicación el tema afectivo y apropiación que existe por las empresas pertenecientes al conocido Grupo Empresarial Antioqueño (GEA).
“A los señores Gilinski les dije en una asamblea que tenía dudas, no sobre su ética, que quede muy claro, sino respecto al futuro de las empresas. Les dije que en el caso de Nutresa creía que harían una escisión, separando alimentos de inversiones y ellos venderían alimentos. También les dije que todas eran unas OPA teloneras, pues la OPA de fondo sería por Bancolombia y lo sigo pensando”, dijo López.
Además del sentimiento y pertenencia por las empresas del GEA, la parte económica y el manejo de las propuestas con respecto a Grupo Argos también dejaron dudas entre los accionistas.
Esto pues en las tres OPA por Nutresa se incrementaron los porcentajes de una manera importante, al igual que en el caso de Sura.
Sin embargo, mencionó López, en el caso de Argos, la propuesta de Gilinski “estuvo bien grave, fue demasiada baja, un precio poco superior al de la bolsa y ni siquiera con el precio tan alto del dólar, esa OPA fue atractiva. En mi caso son razones muy afectivas por el conocimiento de las empresas y sus directivos, pero luego el tema económico”.
Sobre ello, además refirió que se están desconociendo criterios como la próxima inscripción de Cementos Argos en Wall Street y el acuerdo de Odinsa con Macquarie, uno de los fondos más importantes en infraestructura en el mundo, que potenciarán su posicionamiento en el sector regional.
Otras voces como las del abogado Fernando Rodas destacaron un ‘descontento general’ entre los accionistas minoritarios ante los movimientos que ha realizado el Grupo Gilinski con sucesivas ofertas públicas de adquisición (OPA) por Nutresa, Sura y Grupo Argos.
“Es un aprovechamiento ilícito e injusto de los oferentes… La cascada de OPA que se han lanzado, sin solución de continuidad en la práctica conduciría a considerar que se ha tratado una misma OPA por especie, pero que se ha fraccionado”, dijo.
Además, hay que considerar que, según estimaciones de datos públicos, según estimaciones, los fondos de pensiones que vendieron en las primeras OPA por Sura y Nutresa dejaron de percibir entre US$ 600 millones y US$ 1.100 millones (entre $2,2 billones a $4,4 billones).
En el caso de Argos y con la subida imparable del dólar en Colombia, las pérdidas de ganancia en caso de que la oferta se hubiese materializado podrían ser de igual forma notables.
“El deber fiduciario atañe tener en cuenta otros aspectos como el valor en libros de la compañía, que en el caso de Grupo Argos asciende a $19.131, y no está ligado solamente al valor per se de la acción. De tal modo, este deber va ligado a aspectos futuros de las empresas que no están ligados a un solo momento, como ocurrió con las OPA previas”, mencionó María Ángela Rendón, experta en mercados internacionales de la Universidad de los Andes.