Christian Camilo Rincón Díaz, el asesino de Érika Aponte Lugo en Bogotá, murió en la madrugada de este lunes como consecuencia de un disparo que él mismo se propinó después de atentar contra la vida de su expareja.
El agresor estaba bajo estado crítico en la Clínica Santa Fe de Bogotá. Tenía anotaciones penales por lesiones personales.
Los hechos se registraron hacia las 5:15 de la tarde de este domingo, Día de las Madres, en un centro comercial de Bogotá. El feminicida llegó hasta el local donde trabajaba su expareja de 26 años y, después de una discusión, le disparó. El victimario, después, se disparó en la cabeza.
Érika Aponte había decidido dejar a Rincón dos meses atrás. En redes sociales, incluso, pedía ayuda a sus contactos para que le ayudara a encontrar apartamento. La mujer había denunciado a su agresor y las autoridades le habían concedido medidas de protección.
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“(A Érika Aponte Lugo se le) otorgaron medidas de protección provisionales, se solicitó acompañamiento y protección al Comando de Policía de Soacha, lugar en el que la víctima reportó la residencia y se trasladaron las medidas para que la Comisaría de dicho municipio definiera el asunto de conformidad con la ley”, había detallado la Personería de Bogotá.
La mujer murió de manera instantánea en el lugar de los hechos. El feminicida, por su parte, fue trasladado hasta la clínica Santa Fe donde permaneció en una unidad de cuidados intensivos hasta la madrugada de este lunes, cuando se reportó su deceso.
Rincón Díaz llevaba puesta una chaqueta del SITP de Bogotá y una credencial de la empresa Group Seguridad SAS. El criminal al parecer registraba anotaciones por lesiones personales y constreñimiento ilegal.
