El líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, aseguró este 24 de abril que llegó a Colombia con la intención de asistir a la cumbre sobre su país, que tendrá lugar el martes 25 de abril en Bogotá. Sin embargo, la Cancillería colombiana aclaró que no se encuentra invitado al encuentro. La reunión, impulsada por el presidente colombiano Gustavo Petro, intenta desbloquear el diálogo entre el oficialismo y la oposición, pero en el trasfondo Petro busca reactivar las relaciones de Caracas con el mundo, incluido su eventual retorno a la OEA y el retiro de las sanciones de EE. UU.

Colombia se prepara para acoger la conferencia internacional sobre Venezuela que tiene como objetivo desatascar las conversaciones entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.

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El presidente colombiano Gustavo Petro encabezará el encuentro en Bogotá este martes 25 de abril, con la asistencia de cancilleres o delegados de alrededor de 20 países, incluido Estados Unidos.

El primer objetivo del encuentro en la capital colombiana es desbloquear los diálogos entre el oficialismo venezolano y su contraparte bajo la premisa de buscar «más democracia», con la mirada puesta en posibles elecciones generales.

El líder de la Casa de Nariño apuesta por unos comicios presidenciales en Venezuela en los que el oficialismo respete las normas electorales y sus adversarios políticos cuenten con garantías. Un paso que podría encaminar a una solución a años de crisis política.

Así lo urgieron tanto Petro como líderes de la oposición venezolana, el fin de semana, en un encuentro de cara a la cumbre, en el que conminaron a Caracas a fijar una fecha para unas elecciones presidenciales en 2024.

Nicolás Maduro ha dejado claro su espaldarazo a la cumbre impulsada por Petro. Sin embargo, este mismo 24 de abril recordó que el desbloqueo por parte de Estados Unidos de 3.200 millones de dólares venezolanos es indispensable para cualquier reactivación de mesa de negociación con los opositores.

«Si alguien de ustedes aspira que las negociaciones políticas (…) vuelvan a México, solamente tienen que hacer algo, que en el comunicado oficial que ustedes aprueben pongan la exigencia de que el Gobierno de EE. UU. deposite los 3.200 millones de dólares secuestrados en las cuentas bancarias que tenemos en el exterior para el plan social firmado en México», subrayó Maduro.

«No aceptamos menos de esa conferencia de Bogotá, el levantamiento de todas las sanciones para que Venezuela tenga la libertad comercial, la libertad financiera, la libertad económica de su actividad normal», concluyó.

Entretanto, en las últimas horas y en un sorpresivo anuncio, el líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, aseguró que llegó a pie al vecino país, donde buscará reunirse con las delegaciones que asisten a la cumbre.

Sin embargo, poco después la Cancillería colombiana dejó claro que Guaidó no se encuentra invitado al encuentro y que solo participarán representantes de los países invitados.

«Acabo de llegar a Colombia, de la misma manera que lo han hecho millones de venezolanos antes que yo, a pie. He venido en el marco de la cumbre convocada por el presidente Petro para este martes 25 de abril», afirmó Guaidó, tras conocerse informaciones de que la Administración de Maduro preparaba su detención.

De hecho, ante un presunto arresto inminente, corrieron rumores de que el hombre que se declaró presidente interino de Venezuela, en enero de 2019, se habría refugiado en la embajada de Francia, en Caracas.

El desafío de acercar al Gobierno y la oposición venezolana

Desde que llegó al Ejecutivo hace menos de un año, Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, agilizó la reanudación de relaciones con su vecino país, minadas durante los gobiernos de sus antecesores.

Caracas ha sido blanco de fuertes cuestionamientos por la realización de comicios calificados como “fraudulentos”, con los que el chavismo se ha mantenido en el Gobierno, y tras controvertidas decisiones con las que el Ejecutivo ha logrado el control de todos los poderes del Estado.

Esto en un país donde la participación de la oposición en el Parlamento es nula, al punto que el pasado enero impulsó un “Legislativo” en el exilio con escaso margen de maniobra.

Una decisión que llegó luego de que el 30 de enero de 2022 culminara el denominado Gobierno interino, que lideró Guaidó, y en medio de profundas divisiones entre los adversarios políticos de Maduro, lo que representa uno de los grandes desafíos de las conversaciones que Bogotá acoge.

Archivo-El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el líder de la oposición, Juan Guaidó. Reuters

Desde las presidenciales de 2018, y en las elecciones posteriores, ha sido notable una alta fragmentación entre las bancadas y líderes políticos que se oponen al régimen venezolano, ya que una parte se ha negado a participar en los comicios al argumentar que es “imposible” ganar en unas votaciones “amañadas” por el Gobierno de Maduro; mientras otra insiste en la necesidad de formar parte de los procesos electorales.

Petro apuesta por la reanudación de relaciones entre Venezuela y el mundo

En el trasfondo, un acercamiento político y la eventual celebración de elecciones libres y democráticas son el primer paso para acercar a Venezuela a una comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, que ha considerado a Nicolás Maduro como un presidente “ilegítimo”.

Hace más de cuatro años, más de 50 naciones consideraron a Guaidó como el presidente interino de Venezuela, aunque su rol de liderazgo en los últimos años se desvaneció.

Venezuela fue uno de los puntos centrales del reciente encuentro entre el presidente Joe Biden, y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, en la Casa Blanca.

Petro aboga por un proceso democrático con garantías a cambio del retiro de las sanciones económicas de Washington contra Caracas.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió a su homólogo, Gustavo Petro, en la Casa Blanca. Foto del 20 de abril de 2023. © Susan Walsh / AP

Además, el mandatario colombiano insistió en cambiar la carta democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) para reintegrar a Venezuela y Cuba.

En aras de esa reintegración venezolana, el líder colombiano remarcó la necesidad de abordar dos caminos: «Uno, el cronograma electoral venezolano con garantías, la entrada de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y una desactivación paulatina y progresiva de sanciones», explicó.

Hasta ahora, Washington advierte que mantendrá sus sanciones hasta que vea «pasos concretos» hacia una democratización e insiste en que su objetivo son elecciones «libres y justas».

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Redacción Periódico Hoy es Viernes

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