Esta operación es la segunda de una serie diseñada bajo la modalidad de Préstamos en Apoyo de Reformas de Política, indicó el BID.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de US$300 millones para apoyar el fortalecimiento de Colombia en la gestión y financiamiento de la acción climática, el fomento de oportunidades económicas basadas en el uso del capital natural y la economía circular, y el impulso a la transición energética. El objetivo final es contribuir al crecimiento económico sostenible y resiliente del país.
El programa se enfoca en la actualización y puesta en marcha de medidas normativas y de política que contribuirán a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero en diversos sectores de la economía y la creación de cerca de 4.000 nuevos empleos verdes.
Esta operación es la segunda de una serie diseñada bajo la modalidad de Préstamos en Apoyo de Reformas de Política. El primer programa contó con un financiamiento de US$800 millones del BID y tuvo una exitosa ejecución con la aprobación de 44 medidas para fortalecer la capacidad del Gobierno de incorporar la acción climática y la recuperación económica sostenible en los marcos de política nacional.
La serie programática contó también con cofinanciaciones por parte de socios como la Agencia Francesa de Desarrollo, el Banco de Desarrollo Alemán, el Banco de Exportaciones e Importaciones de Corea, la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Banco de Desarrollo de América Latina, el Banco Centroamericano de Integración Económica y el Programa UKSIP del Gobierno del Reino Unido.
Finalidades del programa de crecimiento sostenible
En el marco del programa, Colombia presentó su Estrategia Climática de Largo Plazo durante la COP26, aprobó la Ley de Acción Climática (Ley 2169 de 2021), y emitió los primeros bonos verdes soberanos en el mercado interno (TES verdes) bajo los liderazgos de Ministerio de Hacienda y de Ambiente. El país también actualiza su estrategia de financiamiento climático y los planes sectoriales y territoriales de cambio climático en el contexto del programa.
Por ejemplo, el programa promueve cambios normativos de los sistemas de monitoreo y reporte, mercados de carbono y transferencia de conocimiento sobre agricultura climática inteligente y buenas prácticas para la resiliencia en el sector agropecuario. Con esta transferencia de conocimiento un potencial de dos millones de productores agropecuarios y un 30% de mujeres rurales podrían beneficiarse.
En cuanto a los sectores energético y de transporte, las medidas apuntan a reducir la contaminación del aire causada por vehículos de combustión interna y el desarrollo de una matriz energética diversificada, más limpia y resiliente con un potencial de 20 GW de generación mediante Fncer.
Otro de los retos que se abordarán con este préstamo es el relativo a las soluciones basadas en la naturaleza, la gestión forestal y la economía circular. Las nuevas regulaciones permitirán el aprovechamiento sostenible forestal del bosque y avanzar en la meta de cero deforestación neta para 2030.