La reforma laboral que está en el centro del debate en Colombia promete cambiar las reglas del juego en el mercado laboral, pero también ha generado diversas preocupaciones entre empresarios y economistas. Mientras que el Gobierno defiende la iniciativa como una medida para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, expertos advierten que su implementación podría tener efectos negativos en el empleo y en la estabilidad de las microempresas.
Impacto en los costos de nómina
Una de las principales preocupaciones sobre la reforma es el aumento de los costos de nómina. Según estimaciones, esta reforma podría elevar en un 11,9% los costos de contratación para las microempresas, lo que podría poner en riesgo su sostenibilidad. En Colombia, las microempresas representan el 83% de las empresas formales, lo que las convierte en una pieza clave de la economía nacional. Sin embargo, estas empresas ya enfrentan dificultades debido a la informalidad laboral y las altas tasas de desempleo.
¿Qué dicen los expertos sobre la reforma?
Charles Chapman López, socio fundador de Chapman Wilches, señaló que la reforma está pensada más para grandes empresas con una estructura económica sólida, pero que en Colombia la realidad es diferente. En el país existen apenas 7.000 grandes empresas, mientras que más de 1,6 millones son microempresas. Según Chapman, esta reforma encarecería la contratación formal, desincentivando la creación de nuevos empleos y afectando aún más a los trabajadores informales, que representan alrededor de 13,3 millones de colombianos.
Por su parte, Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, también expresó su preocupación, señalando que la reforma podría generar un aumento en los costos salariales y no salariales, lo que podría resultar en la pérdida de 451.000 empleos. Según Mejía, las microempresas serían las más afectadas, ya que los costos adicionales podrían llevarlas a la quiebra o a la informalidad.
La postura del Gobierno: más empleo o más dificultades para las microempresas
El Gobierno, a través del ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, defiende la reforma y sostiene que, según el Observatorio del Mercado Laboral del Ministerio del Trabajo, la reforma laboral podría generar 91.000 nuevos empleos cada año una vez entre en vigor. Sanguino también explicó que el objetivo de la reforma es revertir las desigualdades históricas que han afectado a la clase trabajadora, especialmente por las políticas neoliberales de gobiernos anteriores.
Sin embargo, Charles Chapman López advierte que imponer costos elevados, similares a los que enfrentan las grandes corporaciones, podría ser contraproducente. Según él, la reforma podría generar más dificultades para las microempresas, que no tienen la capacidad económica de asumir estos aumentos de costos.
Reparos sobre los beneficios laborales en Colombia
Una de las principales críticas a la reforma tiene que ver con los costos laborales. En comparación con otros países de la región, Colombia ya tiene una de las normativas laborales más generosas. Por ejemplo, el recargo nocturno en Colombia es del 35%, uno de los más altos de América Latina, solo igualado por Perú. Mientras tanto, países como Chile no tienen recargos nocturnos, y en Europa, Alemania y España ofrecen recargos de apenas 25%.
En cuanto a los días feriados, Colombia es uno de los países con más festivos pagos y con los mayores recargos por trabajar en estas fechas. Además, la licencia de paternidad en Colombia es una de las más amplias de América Latina, con 14 días, que se ampliaría a 42 días con la reforma laboral.
Según Chapman, estos datos desmienten la idea de que Colombia tiene condiciones laborales «esclavistas». Sin embargo, los reparos a la reforma señalan que estos beneficios, aunque beneficiosos para los trabajadores, también incrementan los costos laborales de las empresas, especialmente las microempresas que ya operan con márgenes ajustados.
Conclusión: Un debate complejo
La reforma laboral en Colombia enfrenta un escenario complicado. Si bien busca mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, su implementación podría generar un aumento significativo en los costos de nómina, especialmente para las microempresas, que son fundamentales para la economía nacional. La reforma podría desencadenar una reducción en el empleo formal y el aumento de la informalidad, lo que generaría un impacto negativo en la recuperación económica del país.
A medida que avanza el debate, se hace necesario un equilibrio entre mejorar las condiciones laborales y garantizar la sostenibilidad de las microempresas, que representan una parte esencial del empleo en Colombia.