La Convención del Partido Liberal, que se celebra en Cartagena, ha sido marcada por una intensa polémica y un ambiente de tensión palpable. A pesar de que el evento estaba programado para iniciar a las 10:00 de la mañana, no fue sino hasta pasadas las 4:00 de la tarde que comenzó, tras múltiples dificultades para el ingreso de más de 1,000 delegados.
La jornada se volvió caótica cuando, en medio de un ambiente dividido, resonaron gritos de “fuera Petro” y “fuera Gaviria”, reflejando las fracturas internas del partido. Luis Fernando Velasco, exministro del Interior y candidato a dirigir la colectividad, denunció que esta convención está “llena de sombras” y acusó a algunos de manejar las inscripciones a su favor, lo que pone en duda la representación adecuada de los delegados.
Un Pulso de Poder
La disputa no solo es por la dirección del partido, sino también por el futuro político de la colectividad en un contexto electoral que se aproxima, con las elecciones de 2026 a la vista. Velasco busca desbancar al expresidente César Gaviria, quien cuenta con el respaldo de aproximadamente 600 de los delegados presentes. A su vez, Gaviria ha criticado la intervención del presidente Gustavo Petro en este proceso, considerándola impropia y perjudicial para el Gobierno.
Desde el entorno petrista, se intenta impulsar a Velasco como una figura unificadora dentro del liberalismo, una tarea que no se presenta fácil. La convención, lejos de ser un espacio de consenso, ha puesto de manifiesto las luchas internas y las alianzas estratégicas que se están formando entre los diferentes sectores del partido.
Estrategias en Juego
Entre los otros aspirantes a liderar el partido se encuentran el senador Alejandro Carlos Chacón y el representante Juan Carlos Losada, quienes también se han distanciado de Gaviria. Las proyecciones sugieren que, en caso de una unión entre Gaviria y Chacón, se podría crear un bloque sólido que contrarrestaría la influencia del petrismo en la colectividad.
Velasco, que intenta consolidar su liderazgo, ha señalado que la participación de delegados ha sido limitada y ha tratado de reunir apoyos para su candidatura. Sin embargo, la realidad es que su grupo se queda corto frente a la consolidada base de Gaviria, lo que complica su aspiración de convertirse en el nuevo líder del partido.
La convención liberal, que debería haber sido un espacio de reflexión y unidad, ha mostrado la complejidad del panorama político actual del país, marcado por divisiones internas y la influencia del Gobierno. La lucha por el liderazgo del Partido Liberal es un reflejo de las tensiones más amplias en la política colombiana, donde el futuro del liberalismo está en juego.