El conflicto armado en Colombia, que ha involucrado a guerrillas y grupos paramilitares, ha tenido un impacto profundo en la historia y la sociedad del país. Este artículo analiza las causas que llevaron al surgimiento de las guerrillas, las consecuencias de su existencia, y cómo estos factores contribuyeron al surgimiento de movimientos paramilitares.
1. Causas del Conflicto de Guerrillas
Desigualdad Social y Económica. Uno de los principales factores que contribuyó al surgimiento de las guerrillas en Colombia fue la profunda desigualdad social y económica. La concentración de tierras en manos de una élite reducida y la exclusión de grandes sectores de la población contribuyeron a un ambiente de descontento. La falta de acceso a recursos y oportunidades llevó a sectores marginados a buscar soluciones radicales para sus problemas.
Debilidad Institucional y Corrupción. La debilidad del Estado colombiano y la corrupción endémica también jugaron un papel crucial. La incapacidad del gobierno para proporcionar servicios básicos y mantener el orden en zonas rurales y periféricas generó un vacío que las guerrillas llenaron. Los grupos armados insurgentes aprovecharon la falta de presencia estatal para establecer control en regiones enteras.
Influencia de Ideologías Revolucionarias. Durante las décadas de 1960 y 1970, el auge de las ideologías revolucionarias y la influencia de la Guerra Fría influyeron en la formación de guerrillas en América Latina, incluida Colombia. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se inspiraron en movimientos marxistas y antiimperialistas, buscando un cambio radical en el orden político y social del país.
2. Consecuencias del Conflicto Guerrillero
Impacto en la Sociedad y la Economía. El conflicto guerrillero tuvo consecuencias devastadoras para la sociedad colombiana. La violencia y la inseguridad causaron un enorme costo en términos de vidas humanas y desplazamiento forzado. Las zonas afectadas por el conflicto experimentaron una interrupción significativa en sus economías locales y un deterioro en la calidad de vida.
Desafíos para la Gobernabilidad. El conflicto también debilitó la capacidad del gobierno para gobernar efectivamente. La presencia de guerrillas y su influencia en diversas regiones hizo que la gobernabilidad fuera un reto constante, exacerbando la inestabilidad política y la falta de confianza en las instituciones estatales.
Proliferación de Grupos Armados No Estatales. La violencia y la guerra también crearon un entorno propicio para la proliferación de otros grupos armados, incluidos los paramilitares. Estos grupos surgieron como una respuesta a la violencia guerrillera, pero rápidamente se convirtieron en actores significativos en el conflicto, con sus propias agendas y métodos brutales.
Diálogos con el M-19
A pesar de los intentos por negociar con esta colectividad, el Gobierno de Belisario Betancourt materializó las intenciones que venían desde la época del Estatuto de Seguridad, gracias a la firma del primer tratado de cese al fuego con el M-19, la liberación de los integrantes que habían tomado las armas y la instalación de una mesa de diálogo, entrando en vigencia desde el 30 de agosto de 1984.
A pesar de los consensos acordados, el ataque al campamento de Carlos Pizarro en el Cauca y la toma del Palacio de Justicia en 1985 debilitó la negociación y a los dos actores en conflicto. Por lo cual, entrado el Gobierno de Virgilio Barco, el M-19 opta por secuestrar al líder político conservador, Álvaro Gómez Hurtado, con ánimo de presionar al Ejecutivo por encontrar una salida a las confrontaciones. Esto llevó a que, en 1990 se liberara al político y la firma de un acuerdo que resultó en la desmovilización del M-19,con el gobierno de Virgilio Barco, así como la apertura a espacios democráticos y una de las causales por las que se convocó a una Asamblea Nacional Constituyente en 1991.
Proceso con el EPL, Quintín Lame y el PRT
Fueron procesos de desmovilización, que sucedieron durante la administración de César Gaviria, en medio de la instalación de la Asamblea Constituyente, donde lograron escaños para participar en la discusión sobre una nueva carta magna y por haber cumplido lo pactado. Del EPL, regresaron a la vida civil 2.200 guerrilleros y en el caso del Movimiento Quintín Lame, unos 130 miembros.
Proceso con la Corriente de Renovación Socialista (CRS)
En abril de 1994, luego de que desapareciera el bloque soviético de la URSS, una facción del ELN decide conversar con el Gobierno de César Gaviria y dejaron las armas, para dedicarse a la vida civil y política.
Este se dio en la Flor del Monte, Sucre, donde los puntos de la negociación se concentraron en la implementación de proyectos de desarrollo, el otorgamiento de beneficios jurídicos y económicos, así como el nombramiento de dos de sus integrantes en la Cámara de Representantes.
Proceso del Caguán
Luego de una segunda vuelta presidencial en 1998, que estuvo marcada por la reunión entre el candidato conservador Andrés Pastrana y el máximo jefe de las FARC, Manuel Marulanda, se acordó que en caso de ganar el líder político, comenzaría a dialogar con este grupo guerrillero. Así fue. El presidente Pastrana instaló una zona de desarme, que estaba compuesto por 5 municipios donde las FARC había hecho presencia en el pasado: La Uribe, Mesetas, La Macarena y Vista Hermosa en el departamento del Meta, y San Vicente del Caguán, en el departamento del Caquetá, conocidos como “la zona de distensión”.
Los puntos que se acordaron fueron llamados “Política de paz para el cambio”, el cual se componía con acuerdos para la solución política del conflicto, derechos humanos, política agraria integral, lucha contra el paramilitarismo y Derecho Internacional Humanitario. Sin embargo, en el camino se presentaron desafíos que generaron desconfianza entre las partes, como la continuación de las negociaciones durante enfrentamientos que estaban teniendo lugar entre el Ejército y las FARC, el secuestro del excongresista Luis Eduardo Gerchem en 2002 y las críticas en la opinión pública y medios de comunicación acerca de este proceso. Lo anterior, fue marcado por la inasistencia de Manuel Marulanda a la instalación de las mesas de negociación en San Vicente del Caguán en 2001, que se le conoció como “la silla vacía”.
Acuerdo de paz en la Habana.
Durante los 8 años del Gobierno de Juan Manuel Santos, se llevaron a cabo los diálogos de paz con la guerrilla de las FARC, que en su fase final, tuvieron lugar en la ciudad de la Habana, Cuba. Fue un acuerdo que daba paso a la desaparición de una de las guerrillas más antiguas en América Latina, lo cual se consiguió con la firma del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera el 24 de noviembre del 2016.
3. Surgimiento y Desarrollo del Paramilitarismo
Orígenes del Paramilitarismo, El paramilitarismo en Colombia comenzó a tomar forma en la década de 1980. Originalmente, los grupos paramilitares surgieron como una respuesta de sectores de la élite terrateniente y otros grupos de poder a la amenaza que representaban las guerrillas. En muchos casos, estos grupos fueron apoyados de manera tácita o explícita por sectores del Estado y el ejército que buscaban combatir a las insurgencias mediante métodos menos convencionales.
Consecuencias del Paramilitarismo
Violencia y Violaciones de Derechos Humanos Los grupos paramilitares se destacaron por su brutalidad y violaciones sistemáticas de derechos humanos. A menudo se involucraron en masacres, desplazamiento forzado y otras formas de violencia que afectaron profundamente a la población civil. Su actuación exacerbó el conflicto y contribuyó a un ciclo de violencia que fue difícil de romper.
Corrupción y Conexiones con el Narcotráfico, Los grupos paramilitares también establecieron vínculos con el narcotráfico, utilizando el tráfico de drogas como una fuente de financiamiento. La corrupción y el enriquecimiento ilícito que resultaron de estos vínculos agravaron aún más la crisis social y política en el país.
Impacto en el Proceso de Paz, El paramilitarismo complicó los esfuerzos de paz, ya que estos grupos se volvieron actores clave en el conflicto, con sus propias agendas y demandas. Los intentos de desmovilización y reintegración de los paramilitares han sido difíciles y han revelado profundas divisiones en la sociedad. colombiana.
Pacto de Ralito.
El país estaba atravesando la expansión del paramilitarismo, bajo la figura de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que ya controlaba 223 municipios en todo el territorio nacional.
Entonces, al inicio del Gobierno de Álvaro Uribe se había condicionado una posible salida al conflicto por medio del diálogo, en caso de que cesaran las hostilidades, a lo cual, fue enviada una carta que venía de este grupo donde aceptaban las condiciones desde el 1 de diciembre del 2002.
Por ello, el presidente inició unos diálogos exploratorios y el 15 de julio del 2003 se conoció la firma del pacto de Ralito, que desarticulaba militarmente a las AUC desde 2005. Luego, surgió la ley de Seguridad Democrática, que garantizó un proceso de amnistía, legalización de fortunas y beneficios judiciales, a cambio de garantías de verdad, justicia y reparación a las víctimas.
Producto de Ralito, se desmovilizaron 30.000 integrantes de este grupo y 2.000 de ellos se acogieron a la Seguridad Democrática, que representaba el 2% del total de los miembros del grupo. Los problemas con este Pacto continuaron por las pocas garantías a la verdad y reparación sobre las víctimas, en razón de la entrega de versiones libres y la extradición de algunos jefes paramilitares, además, fueron creadas disidencias en los territorios. De otra parte, se conoció que luego de los acuerdos, estos grupos en armas adquirieron un estatus político, gracias a los vínculos que establecieron con líderes regionales, llevándolos a alcaldías y gobernaciones.
Para Concluir.
El conflicto de guerrillas en Colombia y el surgimiento del paramilitarismo son fenómenos interrelacionados que han tenido un impacto profundo en la historia del país. Las causas subyacentes del conflicto, como la desigualdad y la debilidad institucional, crearon un terreno fértil para la insurgencia y la formación de grupos paramilitares. A su vez, las consecuencias de estos conflictos han dejado una huella duradera en la sociedad colombiana, afectando tanto la estructura social como la gobernabilidad del país.
La comprensión de estos fenómenos es crucial para abordar las consecuencias actuales y trabajar hacia una paz duradera en Colombia. La resolución de los conflictos pasados y la construcción de una sociedad más justa y equitativa siguen siendo desafíos clave para el futuro del país.
El conflicto armado en Colombia ha tenido raíces profundas en la desigualdad social, la debilidad institucional y la influencia de ideologías revolucionarias. Las guerrillas, como las FARC y el ELN, surgieron en un contexto de exclusión y corrupción.
Causas Clave:
- Desigualdad Social: Altos niveles de pobreza y concentración de tierras.
- Debilidad Institucional: Falta de presencia estatal en zonas rurales.
- Ideologías Revolucionarias: Influencia de movimientos marxistas.
Consecuencias:
- Violencia Generalizada: Más de 200,000 víctimas y millones de desplazados.
- Surgimiento del Paramilitarismo: Grupos paramilitares que intensificaron la violencia.
- Desplazamiento Forzado: Aproximadamente 8 millones de desplazados internos.
Estas dinámicas han dejado una huella profunda en la sociedad colombiana, complicando los esfuerzos por lograr una paz duradera.
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Oscar Fernando Cortes H. Editor Periódico Hoy es Viernes.