Este jueves, en el hotel Dann Carlton, el gerente designado de EPM, John Maya Salazar, informó los resultados del proceso de empalme de la compañía con la gerencia actual de Jorge Carrillo.
Según Maya, uno de los hallazgos más preocupantes y urgentes del conglomerado de servicios públicos es que en el corto plazo hay un déficit financiero de 5 billones de pesos.
Ese déficit, dijo Maya, tiene dos explicaciones. La primera fue la pérdida de confianza que tuvo la empresa durante los últimos años con el sistema financiero, que o no le prestó o le subió los costos de las deudas. La segunda razón tiene que ver con el supuesto congelamiento de las tarifas de servicios públicos que la empresa comenzó en el segundo trimestre de este año. Por causa de ese “congelamiento” la compañía habría dejado de recibir $3 billones.
El gerente designado informó que, siguiendo la norma, los usuarios deberán empezar a pagar ese saldo desde el próximo mes de enero. Sin embargo, aseguró que este pago se haría de manera progresiva y podría tardar hasta 10 años en recaudarse en su totalidad.
No obstante, Maya aseguró que los principales indicadores financieros de la compañía son buenos y muestran a una compañía sólida y con buena proyección. Tanto es así que, según dijo, algunos bancos que habían interrumpido relaciones comerciales con EPM, ya se han puesto de nuevo en contacto con la empresa para retomarlas.
En el informe, Maya también hizo referencia al manejo de Emvarias y al polémico contrato de cargue lateral por $190.000 millones que, contra viento y marea, esta administración firmó con la empresa Themac, que es la filial en Colombia de la firma Barcelona Export Group, propiedad de Manuel Grau, un empresario catalán muy cercano al presidente Gustavo Petro.
Maya alertó sobre las dificultades en marcha de este contrato pues, como ya lo habían advertido diferentes expertos en el pasado, el mecanismo de cargue lateral, que consiste en unos vehículos que tienen un brazo mecánico lateral para cargar los contenedores, vaciarlos y dejarlos nuevamente en su lugar (tarea que hoy hacen manualmente los operarios) funciona idealmente en terrenos planos, muy diferentes de la geografía de Medellín y el Área Metropolitana que es casi toda quebrada.