Al nacer, nuestro cuerpo se compone en un 80 por ciento de agua, y éste va disminuyendo con la edad: 50-60 por ciento en la edad adulta y de menos del 50 por ciento en la vejez. Las personas con obesidad tienden a tener menor porcentaje de agua corporal, ya que la grasa contiene menor porcentaje de agua que el músculo.
Entonces, es importante comprender la importancia de mantenerse bien hidratado para que nuestro organismo pueda realizar sus funciones. El lado opuesto a la hidratación adecuada es la deshidratación, la cual ocurre cuando hay una pérdida de líquidos en el cuerpo que no reponemos de manera adecuada. Esto sucede cuando el organismo pierde más líquidos de los que ingerimos, ya sea a través del sudor, las evacuaciones, la orina, etcétera., ocasionando un desequilibrio en el organismo por la pérdida de agua, minerales y electrolitos.
La Dra. Karina Renoirte López, especialista y vocera de PiSA Farmacéutica explicó que es vital ingerir agua porque ésta realiza muchas funciones vitales en el organismo, como: “es indispensable para la producción de orina y la eliminación de sustancias de desecho, colabora en el proceso de respiración, funge como transportador de nutrientes para las células, regula la temperatura corporal a través del sudor, ayuda a que tengamos una digestión adecuada, lubrica nuestras articulaciones, entre otras”.
Además, la Dra. Renoirte López, hizo un llamado a cuidar a las personas más vulnerables como son los bebés, niños y los adultos mayores, en esta última población se reduce el contenido de agua corporal total y existe la pérdida de “sensación de sed”. También es importante atender de manera individualizada a:
- Personas con enfermedades crónicas como diabetes o problemas renales, del
- hígado o del corazón*.
- Personas que toman diuréticos*.
- Personas que trabajan expuestas a climas muy calurosos.
- Personas que hacen ejercicio intenso o en clima muy caluroso.
- Con respecto a los síntomas por deshidratación recalcó que: “van a variar de acuerdo con
la severidad de ésta. Es posible revertir la deshidratación leve o moderada mediante la ingesta de líquidos, pero la deshidratación grave requiere de un tratamiento médico inmediato. Los síntomas serán más evidentes a mayor grado de deshidratación y a mayor tiempo de exposición a la deshidratación, y pueden incluir: boca seca, sed, dificultad para concentrarse, dejar de sudar o sudar poco, orinar poco, o que el color de la orina se vuelva cada vez más amarillo-concentrado, piel seca, mareo, sensación de cansancio o letargo”.
Algunas recomendaciones para mantenerse bien hidratado son:
- Hacer una una selección inteligente de los líquidos a beber durante el día (jarra del buen beber).
- Por medio del color de orina se puede observar el grado de deshidratación. Buscar que nuestra orina siempre sea color paja: entre más oscura sea, se refleja a un estado de deshidratación.
- Consumir alimentos con contenido alto de agua (frutas, verduras y hortaliza, sopas).
- El consumo de alcohol puede afectar la capacidad del organismo de regular la temperatura. Procurar no consumir alcohol.
- Evitar el consumo de bebidas con alto contenido de azúcar (refrescos, bebidas energéticas, jugos).
- Evitar la exposición directa al sol entre las 10 am y las 4 pm.
- Usar ropa ligera, cubrir la cabeza y tener agua o bebidas hidratantes para estar bebiendo a lo largo del día.
- En situaciones de pérdidas adicionales de líquidos por sudoración excesiva, ejercicio, diarrea, vómitos, fiebre, etcétera, es importante que se repongan los electrolitos.