A medida que se acortan los tiempos para que el Congreso discuta las reformas del gobierno de Gustavo Petro, crece también la intensidad y el hervor de las discusiones en el Parlamento. Lo que se vivirá a partir de este martes en el Capitolio es una muestra de ello y, una vez más, se pondrá a prueba la gobernabilidad del primer mandatario.

En juego está el futuro de iniciativas tan decisivas para el petrismo como las reformas a la salud y la laboral. Sin embargo, como siempre en el Congreso, el tiempo apremia. Resta poco menos de un mes para que concluyan las sesiones ordinarias (que van hasta el 20 de junio), por lo que se da por hecho que el Ejecutivo echará mano de las extras para tramitar algunos proyectos.

Según admitió el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero (Pacto Histórico), si bien la idea era citar a sesiones extraordinarias hasta el 30 de junio, será necesario legislar hasta el 5 de julio —es decir, 15 días antes de que comience el otro periodo legislativo— para discutir y aprobar iniciativas que están en cola y que sufren el riesgo de terminar hundidas si no se tramitan en este lapso.

“Posiblemente debamos ir hasta el 5 de julio para cumplir los debates de las reformas tanto en Cámara y Senado y sus respectivas conciliaciones”, aseguró el congresista.

Justamente, se tiene previsto que este martes la Comisión Séptima de la Cámara retome el debate alrededor de la reforma a la salud, una de las iniciativas que serían incluidas en las sesiones extras. Si bien ha dado frutos la estrategia del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, de negociar directamente con los congresistas y saltarse a los jefes de los partidos, aún hace falta aprobar el 16 % de los artículos (22) para que la iniciativa quede lista y llegue a plenaria.

Allí la discusión será a otro precio, pues está por verse si Petro logrará congregar a las mayorías de los partidos que, otrora eran sus aliados, pero que ahora transitaron a la independencia. Se trata de liberales, conservadores y La U que, aunque en la Comisión le caminaron al Gobierno, se enfrentan a un escenario mucho más adverso en plenaria.

No menos alentador es el panorama para la reforma laboral, que también aterrizará a la Comisión Séptima. A los cuestionamientos que han planteado empresarios se suma la decisión que adopte este martes la bancada del Partido Conservador que, al igual que hizo con la reforma a la salud, puede que resuelva darle la espalda a la iniciativa.

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Más chicharrones en Senado

En el Senado la situación igual es apremiante y la primer tarea en la plenaria de este martes podría ser concretar la elección del senador Alexander López (Pacto Histórico), como nuevo presidente de la corporación en reemplazo del sagaz y experimentado Roy Barreras, cuya elección fue declarada nula por el Consejo de Estado por doble militancia.

López ya se trazó como meta avanzar no solo en las reformas a la salud y laboral, sino también la pensional.

Dijo recientemente que tiene “todo” el margen de maniobra para ponerlas a marchar: “Necesitamos avanzar. Tenemos que hacer unas reformas y el tiempo que sea necesario lo vamos a utilizar”.

Finiquitada la elección de López, el petrismo pondrá el pie en el acelerador pues antes del 20 de junio, como establece la ley, el Congreso deberá tramitar y aprobar varios proyectos de acto legislativo —es decir aquellos que implican modificar la Constitución y que demandan no 4, sino 8 debates—.

Entre estos se encuentran nada menos que la regulación del cannabis de uso adulto, que está a dos debates de ser una realidad y que cuenta con el beneplácito del Ejecutivo.

No dejó de llamar la atención que, aunque son prioritarios para el Gobierno, no aparecieron en la agenda de Senado y Cámara de esta semana el proyecto que crea la Jurisdicción Agraria y el de reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos.

Por si fuera poco, en medio de las discusiones de esta semana están agendados dos debates de control político. Por un lado, en la Comisión Segunda de Cámara está citado el miércoles el ministro de Defensa, Iván Velásquez, para hablar de la problemática migratoria en el Tapón del Darién.

Por otro, ese mismo día, pero en el Senado, está citado un debate de control por la seguridad de los líderes sociales. Además de Velásquez, está convocado el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez.

No dejan de ser apretados los tiempos del Congreso para tramitar todas estas iniciativas, de allí el afán del presidente Petro por lograr debatir la mayoría.

En Casa de Nariño son conscientes de que a partir del 20 de julio, a solo 3 meses de las elecciones regionales, cambia el chip del país político y los congresistas no solo se vuelcan a sus regiones para apoyar a sus candidatos, sino que son más cautelosos y menos receptivos frente al Gobierno para evitar que su lastre de impopularidad les termine costando a los suyos en las urnas.

 

¿Qué otros proyectos faltan?

Además de la discusión sobre la regulación del cannabis de uso adulto y los debates de control político, esta semana se tiene previsto que el Senado trámite, en primer debate, el proyecto que reconoce y reglamenta las guardias campesinas “como mecanismo comunitario de protección permanente a la vida”. Por otro lado, el que prohibe el uso del glifosato y sus derivados para la erradicación de cultivos de uso ilícito en el territorio nacional. En la Comisión Tercera de Cámara está previsto una reunión de coordinadores y ponentes para destrabar el proyecto que adiciona y efectúa modificaciones al Presupuesto General de la Nación.

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Redacción Periódico Hoy es Viernes

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