El remezón del gabinete presidencial fue solo el principio de la estrategia con la que el presidente Gustavo Petro pretende revivir sus mayorías en el Congreso.
Con el nombramiento del nuevo ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, el jefe de Estado le apuesta a un objetivo mayor que podría ayudarle a ganar gobernabilidad y el apoyo suficiente para sus reformas: tumbar el actual director del Partido Liberal que, hasta ahora, ha sido una piedra en el zapato para el Gobierno.
Se trata nada más y nada menos que del expresidente y líder natural de esa colectividad, César Gaviria, quien ha estado en un vaivén de apoyos y críticas con el Gobierno durante los 8 meses que lleva Petro en el poder.
Pese a que a veces se ha mostrado dispuesto a apoyar los cambios del Pacto Histórico, Gaviria tuvo recientemente la pelea más fuerte con Petro por su reforma a la salud.
En efecto, el expresidente publicó un comunicado a escasas horas del primer debate de esa reforma en el que advertía que sancionaría a los congresistas liberales que votarán a favor de ese articulado.
“Descabezar” a Gaviria del Liberal
Lo cierto es que esa carta, que pasó un poco de agache ante la opinión pública, podría convertirse en el principio del fin del liderazgo de Gaviria, pues denota cierta rebeldía al interior de las filas liberales.
Pero la tarea de sacarlo de ahí no sería algo sencillo, pues Gaviria es un viejo experimentado de la política que sabe cómo moverse y, además, ha cultivado una serie de fieles seguidores durante los más de 10 años, no consecutivos, en los que ha dirigido el Partido Liberal. ¿Cuál será la fórmula de Petro entonces?
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Su alfil para esa tarea es el nuevo MinInterior, Luis Fernando Velasco, un antiguo exsenador que conoce bien el Congreso y sus movidas y que, tras haber sido congresista del Partido Liberal, conoce ese partido desde adentro y sabe cómo manejarlo.
