La Cámara de Representantes aprobó este lunes en un cuarto y último debate la ratificación del Acuerdo de Escazú luego de tres meses de trabas e impedimentos y después de que lo hiciera el Senado, con lo cual pasa a sanción presidencial.
La ratificación por parte de ambas cámaras del Congreso llega tres años después de la firma de este acuerdo internacional, el primero de este calibre en América Latina, y se logró con 121 votos afirmativos frente a uno que votó en contra en una sesión que se extendió por más de dos horas y media, y de la que se ausentaron varios partidos.
En julio pasado el Senado colombiano arrancó su legislatura con la ratificación del Acuerdo de Escazú y ahora solo resta su revisión por parte de la Corte Constitucional y la firma del presidente, Gustavo Petro.
El propio Petro celebró la noticia a través de su cuenta de Twitter, felicitando «al Congreso y a la sociedad colombiana» por haber aprobado este tratado que «busca proteger el medioambiente y las y los ambientalistas».
«Se logró en 63 días lo que no se había logrado en tres años», aplaudió, por su parte, la ministra de Ambiente, Susana Muhammad, tras la aprobación de Escazú, quien consideró que «no solo viene a generar un mejor estándar democrático en las decisiones ambientales, sino que en el fondo le da un poder político a la ciudadanía».
Desde mañana «empieza la ruta de implementación mientras la Corte Constitucional avanza la ratificación del acuerdo», agregó Muhammad, quien participó en el debate con una de las pañoletas de los impulsores del acuerdo en la Cámara, de color naranja con las palabras «Escazú ahora».
La cartera de Ambiente contempla cinco rutas para la implementación del acuerdo, entre las que se encuentran una estrategia de acompañamiento a defensores ambientales y un sistema de información sobre conflictividad socioambiental.
Las celebraciones no se hicieron esperar, con organizaciones ambientales como WWF festejando esta «victoria para la protección de líderes ambientales, la naturaleza y los territorios».
REALIDAD DE ESCAZÚ
Pese a que originalmente fue firmado por 24 países, solo 13 han ratificado el pacto que, además de proteger a los ambientalistas, busca garantizar la mejor aplicación de políticas ecológicas, garantizar los derechos ambientales y salvaguardar la biodiversidad en tiempos de crisis climática.
Colombia, tras la sanción presidencial, se convertiría en el país número 14 en ratificar el acuerdo.
Escazú, cuyo nombre técnico es «Acuerdo regional sobre el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe», entró en vigor el pasado abril y pretende garantizar el acceso a los derechos medioambientales y proteger a los activistas, así como a la biodiversidad.
Se trata del primer acuerdo firmado a nivel mundial orientado a proteger a los defensores ambientales, un importante tratado para América Latina, la región más mortífera para defender el medioambiente, según la organización Global Witness.
El Acuerdo de Escazú lo han ratificado Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Uruguay y Chile. EFE
