Las negociaciones de paz con el ELN, una de las papas calientes para Gustavo Petro, ya tendrían otro doliente aparte del general (r) Eduardo Herrera Verbel.
La decisión, como otras que se han tomado en los últimos dias, estará únicamente en manos y en cabeza del presidente electo.
El exfiscal Eduardo Montealegre –declarado antiuribista– está sonando con fuerza para llevar las riendas de la promesa que hizo en campaña el entonces candidato de izquierda, sobre el futuro de ese grupo armado.
Montealegre, fiscal entre 2012 y 2016 –que en su momento catalogaron como “el más político de la historia”–, estuvo acompañando la campaña de Petro con discreción.
En septiembre del año pasado, incluso, asistió al evento en el que se oficializó la alianza entre Piedad Córdoba y el hoy presidente electo, de cara a las elecciones de 2022.
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En una entrevista con Blu Radio en noviembre de 2021, anunció su voto por Petro y la lista del Pacto Histórico en las elecciones legislativas.
Además, su rol en la cara jurídica del proceso de paz con la extinta guerrilla de las Farc fue clave, pues estuvo en la base de la concepción del marco legal que rodeó las conversaciones y el resultado final.
En contraste, estuvo también salpicado en una polémica por esos días, entre muchas otras que tuvo. En 2014 El Espectador reveló que su Fiscalía había gastado 3.600 millones de pesos contratando a asesores para temas de paz. La denuncia decía que se entregaron a dedo y que de estos no surgieron resultados notorios.
Él siempre se justificó y dijo que “esa platica” no se había perdido, por ser “inversiones por la paz”. Ahora, Gustavo Petro estaría barajándolo como una de las posibles persona que podría sacar adelante el proceso de paz que se frenó hace tres años, después del atentado del ELN contra la Escuela General Santander.
Desde entonces, revivieron las órdenes de captura en contra de los miembros de la delegación de paz en La Habana y no ha habido mayores avances públicos al respecto.
Ahora, las cosas pintan distintas porque tan solo al día siguiente de la victoria de Petro y Francia Márquez, el Comando Central (COCE) del ELN manifestó su “plena disposición para avanzar en un Proceso de Paz que dé continuidad a la Mesa de Conversaciones iniciada en Quito en febrero de 2017”.
Este proceso, a pesar de la experiencia del país con las extintas Farc, tardaría un buen tiempo. En el caso del Gobierno Santos, oficialmente las negociaciones duraron cuatro años, que se deben sumar a los previos de conversaciones privadas.
Con todo, en el Pacto Histórico y hasta en el círculo más cercano de Petro saben poco de lo que está pensando para todo su equipo.
Y el caso de Montealegre no sería la excepción, pues también se trataría de una idea que estaría cocinando por su propia cuenta. Con esto, Jorge Perdomo, exvicefiscal y coequipero del potencial negociador, buscaría un espacio para llegar al cargo de Fiscal, entrando a la terna que presentará Gustavo Petro a la Corte Suprema.
Cuando nombró a Álvaro Leyva como su ministro de Relaciones Exteriores fue una sorpresa de la que no tenía idea ni siquiera Alfonso Prada, una de sus personas más cercanas durante la campaña y ahora en el empalme.
La mayoría se enteró por el anuncio que Petro hizo a través de Twitter, después de una conversación telefónica de una hora con el designado por: “Será una Cancillería de la paz”, anotó.
En ese caso, el anuncio sorprendió porque si bien no había claridd absoluta, el nombre de Luis Gilberto Murillo estaba sonando par ese cargo.