Luis Manuel Díaz, padre del jugador Luis Díaz, fue liberado después de permanecer 13 días secuestrado por la guerrilla del ELN. La retención ocurrió en medio de las negociaciones de paz. El gobierno dijo que el diálogo “entró en una fase crítica” y le puso condiciones a los ilegales.
El señor Díaz aterrizó sobre las 11:00 de la mañana en el aeropuerto de Valledupar (Cesar) y la delegación del gobierno condenó este accionar del grupo armado ilegal en medio de un cese al fuego pactado.
“Este tipo de crimen ocasiona un grave daño a la confianza de la sociedad colombiana sobre la posibilidad de alcanzar la paz y se convierte en un gran obstáculo para llegar a los acuerdos y a las transformaciones que se puedan pactar a través de un diálogo responsable y libre”, señaló la delegación del gobierno colombiano en un comunicado.
Luis Manuel Díaz fue secuestrado el pasado 28 de octubre en el municipio de Barrancas (La Guajira) cuando fue raptado por sujetos que se movilizaban en moto. Trece días después, una delegación de la ONU, la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica viajó hasta la Cerranía del Perijá para devolverle la libertad.
Comunicado a la opinión pública
La delegación del Gobierno Nacional en la Mesa de diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, se permite informar a la opinión pública que: pic.twitter.com/lLHWKlsDtb
— Delegación de Paz del Gobierno de Colombia (@DelegacionGob) November 9, 2023
“El proceso actual del ELN ha avanzado como ningún otro hasta hoy. No obstante, nuestra delegación considera que el secuestro de Luis Manuel Diaz ha sumido nuestro diálogo en una situación critica”, le advirtió la delegación del paz a los guerrilleros.
En todo caso, el gobierno parece que está dispuesto a ponerle condiciones a los elenos. Aseguraron que en la próxima reunión exigirán la liberación de todas las personas que permanecen secuestradas por el grupo armado ilegal.
La delegación del gobierno también calificó de “injustificable” el hecho de que los ilegales acudan al secuestro como método de financiación.
“Es insostenible argumentar, desde un punto de vista ético, que comerciar con seres humanos es licito, aun bajo las condiciones de un conflicto armado”, puntualizó el gobierno.