En un discurso contundente desde Cartagena, el presidente Gustavo Petro anunció este jueves la ruptura definitiva de relaciones con las comisiones económicas del Congreso, luego del rechazo de la reforma tributaria, también conocida como la ley de financiamiento. Esta drástica decisión marca un nuevo capítulo en la crisis política que se vive en Colombia, provocada por el hundimiento de uno de los proyectos más ambiciosos de la administración Petro.
El presidente calificó la decisión como un «golpe significativo» a sus objetivos económicos y acusó a los congresistas de obstaculizar el progreso del país, responsabilizándolos de la falta de apoyo a las reformas necesarias para fortalecer la economía. «La relación del Gobierno con las comisiones económicas ha finalizado. Ellos verán si aprueban presupuestos o créditos; por nuestra parte, asumiremos las consecuencias», aseguró Petro durante su intervención en Cartagena.
Petro arremetió también contra los congresistas que votaron en contra de la reforma, acusándolos de buscar beneficios políticos a corto plazo, en vistas de las elecciones presidenciales de 2026. La reforma tributaria buscaba recaudar cerca de $6 billones anuales, principalmente a través de impuestos dirigidos a grandes empresas petroleras y carboneras. Sin embargo, muchas de las disposiciones de la reforma fueron modificadas o eliminadas durante su discusión, lo que según el presidente, debilitó su impacto transformador.
La controversia sobre las comisiones económicas
Las comisiones económicas del Congreso de Colombia son órganos clave encargados de analizar y debatir proyectos relacionados con la economía y las finanzas del país. Estas comisiones juegan un papel crucial en la aprobación de reformas fiscales, presupuestarias y tributarias. El rechazo a la reforma tributaria ha puesto en el centro del debate a estos órganos legislativos, que ahora se encuentran en la mira del Ejecutivo.
Petro, visiblemente molesto, expresó que no hay posibilidad de reconciliación con las comisiones económicas, afirmando que “finitó, se acabó”. Dejó claro que su Gobierno no reducirá el presupuesto destinado a sectores clave como la educación, y reiteró que las políticas en este ámbito se mantendrán, incluso con el revés legislativo. «No vamos a reducir el presupuesto de educación, lo vamos a aumentar», afirmó, y también criticó a su exministro de Educación, Alejandro Gaviria, por presuntos malos manejos financieros en el sector educativo.
El impacto de la crisis política
El rechazo a la reforma tributaria no solo ha generado una crisis dentro del Congreso, sino que también ha tensado aún más las relaciones entre el Ejecutivo y los parlamentarios. Petro ha señalado que la decisión de las comisiones económicas de hundir la reforma va en contra de la justicia fiscal que establece la Constitución, debilitando el sistema tributario progresivo que la reforma pretendía implementar.
Con la ruptura de relaciones, el presidente ha dejado entrever que buscará “otras formas de avanzar”, aunque no detalló qué estrategias adoptará. Sin embargo, el clima de tensión promete escalar en las próximas semanas, mientras el Ejecutivo busca alternativas para avanzar en su agenda política.