El comediante Nelson Polanía, conocido como “Polilla”, habló por primera vez sobre la pérdida de su esposa, Fabiola Posada, conocida como “La Gorda” Fabiola, una de las humoristas más reconocidas del país.
En la tarde, durante un homenaje organizado por Gabriel de las Casas en el programa La Luciérnaga, se escucharon las primeras palabras de Polanía. A través de un mensaje enviado por su jefe, agradeció las muestras de apoyo recibidas tras la partida de Fabiola, quien era originaria de Santa Marta.
El homenaje incluyó recuerdos de la trayectoria de “La Gorda” Fabiola en el entretenimiento. De las Casas leyó un mensaje de Polilla en el que decía: “Queridos amigos y familia, mi Dios es grande. A las 4:00 p.m. me subí a un carro y escuché el homenaje en Caracol Radio para mi ‘gordita’ linda”.
En el mensaje, Nelson expresó que “ya no tengo más lágrimas de felicidad para agradecer este hermoso gesto” y se mostró convencido de que su esposa había escuchado el tributo, ya que “la llevo en mi corazón, gracias, los amo”.
A medida que avanzaba la tarde, se supo que Polanía había recibido una llamada en la madrugada que alarmó a su familia sobre la salud de Fabiola. En las redes sociales, muchos personajes del espectáculo y la política reaccionaron rápidamente a la triste noticia, lamentando su pérdida.
La relación entre Fabiola y Nelson comenzó durante las grabaciones de Sábados Felices, el programa de Caracol Televisión que los llevó al reconocimiento. A pesar de las críticas por la diferencia de edad —ella era diez años mayor—, decidieron embarcarse en esta aventura amorosa. Durante su tiempo juntos, enfrentaron diversas crisis, incluso pensaron en separarse en varias ocasiones.
En una entrevista en el programa Lo sé todo, Polanía confesó: “Hemos tenido problemas, hemos estado al borde de separarnos tres veces”.
El primer paso hacia su historia fue una arriesgada invitación a cenar por parte de Nelson, que terminó con un beso robado. Ambos se dieron cuenta de que compartían un amor mutuo. A pesar de vivir en unión libre durante casi dos décadas, finalmente decidieron casarse en la iglesia Principal de Suba, en Bogotá, donde se prometieron amor eterno.
De su matrimonio nació su hijo menor, Nelson David Polanía, quien dedicó un conmovedor mensaje a su madre, quien había cumplido 61 años un día antes de su muerte.