Los señalamientos del presidente de Argentina, Javier Milei, en contra del presidente de Colombia, Gustavo Petro, a quien definió como un “comunista asesino que está hundiendo a Colombia”, desembocaron rápidamente en una crisis diplomática entre las dos naciones suramericanas.
Colombia, por orden del presidente, llamó de inmediato a consultas al embajador en Argentina, Camilo Romero. Y la Cancillería presentó “su más enérgica protesta por las irrespetuosas e irresponsables declaraciones del Presidente de la República Argentina, señor Javier Milei, en contra del Presidente Gustavo Petro”.
Las declaraciones de Milei fueron hechas durante una entrevista con la periodista Ángela Patricia Janiot, en el programa “¿Qué pasó con lo que pasó?”, emitido el 25 de enero.
“El gobierno de Colombia rechaza enérgicamente esta declaración, que atenta contra la honra del primer mandatario, quien ha sido elegido de manera democrática y legítima. Las palabras del Presidente Milei desconocen y vulneran los profundos lazos de amistad, entendimiento y cooperación que históricamente han unido a Colombia y Argentina, y que se han reforzado a lo largo de dos siglos”, señaló la cancillería de Colombia, en su comunicado oficial.
Romero, por su parte, calificó al presidente Milei como “hipócrita”, porque dice que mientras solicita beneplácito para su nuevo embajador en Colombia, llama asesino al presidente Gustavo Petro. “Había atacado ya a Lula (Brasil) y hasta al Papa Francisco. Podemos pensar distinto, pero la región y la hermandad histórica de nuestros pueblos deben estar por encima de las diferencias”, escribió el embajador en su cuenta de la red social X.
Aunque bajo diferentes circunstancias y por distintos motivos, esta vez en respuesta a una evidente agresión, este nuevo choque diplomático se suma los anteriores que ha tenido el gobierno del presidente Petro con Nayib Bukele, presidente de El Salvador, y con Dina Boluarte, presidenta del Perú.
Las crisis en X
Con Bukele los enfrentamientos han sido vía redes sociales y ya acumulan largos rounds. Estas, sin embargo, hasta ahora no han puesto en crisis las relaciones diplomáticas oficiales.
Por citar solo uno de los momentos más llamativos. En una oportunidad, Petro llamó “campo de concentración” la mega cárcel construida por Bukele en su país. Desde El Salvador, el joven mandatario respondió que “los resultados pesan más que la retórica” y que lo que de verdad deseaba era que “Colombia en realidad logre bajar los índices de homicidios”. Como él lo había hecho en su país. La discusión siguió con citas de cifras y recuento histórico, pero no pasó a mayores.
Días después, Bukele preguntó abiertamente por lo que llamó la obsesión de Petro con El Salvador, en respuesta a un tuit del mandatario colombiano en el que relacionaban al gobierno de Bukele con supuestos acuerdos con los capos de las pandillas locales. Bukele subió el tono y terminó recordando a Petro el proceso legal que le siguen a su hijo Nicolás Petro, por supuesto manejo ilegal de dineros durante la campaña presidencial. “¿Todo bien en casa?”, preguntó Bukele.“Estimado presidente Nayib, todo bien en mi casa (…) Aquí en Colombia profundizamos la democracia, no la destruimos”, ripostó Petro.
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Sin embargo, en el desarrollo de la de la 78.ª Asamblea General de Naciones Unidas, a finales del año pasado, Bukele envió un sorpresivo mensaje a Colombia y al presidente Petro. “Yo no tengo comunicación con el presidente Gustavo Petro, lo respeto como mandatario que es, y esperaría poder hacer algo en conjunto, pero hoy por hoy no tenemos ningún tipo de comunicación”, dijo el presidente de El Salvador, en un tono que a muchos causó sorpresa.
Lo de Petro y Bukele, más allá de las redes, parece no ser más que un choque de egos de dos mandatarios muy mediáticos que suelen asumir posturas personales sobre temas que le competen a las instituciones de su gobierno, o por lo menos esos piensan muchos analistas.
Cambios con Perú
En el caso de las relaciones del presidente Petro con la expresidenta del Perú, Dina Boluarte, el 2023 fue también un año muy tenso y de varios rifirrafes.
En varias ocasiones, el presidente de Colombia envió mensajes públicos al pueblo peruano, en los que dejaba entrever sus dudas ante el reconocimiento de la presidenta Boluarte y cuestionaba la manera en que llegó al poder, luego de la destitución por parte del Congreso del anterior mandatario Fernando Castillo.
Petro y otros mandatarios latinoamericanos, como López Obrador en México, pidieron la liberación de Castillo y que este volvería a su cargo.
Milei es un hipócrita.
Mientras hoy le solicita a nuestro gobierno beneplácito para su nuevo embajador en Colombia, llama asesino al presidente @petrogustavo.
Había atacado ya a Lula (Brasil) y hasta al Papa Francisco.
Podemos pensar distinto, pero la región y la hermandad…
— Camilo Romero (@CamiloRomero) January 26, 2024
En una ocasión, Petro llamó a “un proceso de recuperación de la democracia en el Perú”, en una cumbre sudamericana. Y en más de una ocasión comparó lo que considera ataques de la oposición con lo vivido por Castillo, diciendo que a él también lo quieren derrocar.
En el camino hubo notas de protesta, llamados a consulta de su embajador y el retiro definitivo de su embajador en Colombia, algunas de las acciones que agudizaron la crisis diplomática entre Boluarte y Petro.
“Yo desde acá le digo al señor Petro que se dedique a gobernar Colombia, que también sus calles se están llenando de protestas, y que nos deje a nosotros los peruanos resolver los nuestros”, le dijo Boluarte al presidente colombiano a principios de 2023.
De momento, las relaciones diplomáticas entre Colombia y Perú parecen en mejor tono y ambos países trabajan en temas de agenda bilateral.
En los extremos
La nueva crisis diplomática con el gobierno de Milei, puede ser vista solamente con la primera gran explosión de un choque que venía creciendo desde hace mucho rato. Desde el inicio de su campaña presidencial el hoy presidente argentino usó constantemente referencias poco más amables para referirse al presidente colombiano y su modelo político, Petro, siempre respondió y muchas veces también ha sido quien ha provocado el choque.
El día de la posesión del triunfo electoral del Milei, Petro no se guardó nada y lo calificó como una noticia triste.
“Ha ganado la extrema derecha en Argentina; es la decisión de su sociedad. Triste para América Latina y ya veremos… el neoliberalismo ya no tiene propuesta para la sociedad, no puede responder a los problemas actuales de la humanidad”, escribió Petro, en respuesta a un tuit de su sucesor el expresidente Iván Duque, quien dijo que ele triunfo de Milei era una derrota “del populismo, la demagogia y al Grupo de Puebla”.
El choque más reciente, antes de lo de hoy, lo tuvieron Petro y MIlei en el Foro Económico Mundial, en Davos, donde cada uno dio su visión política y expuso los ejes de sus gobiernos.
Uno de los puntos de cruce más comparados fue cuando cada uno dio su definición de la justicia social. Petro dijo que es “imprescindible lograr el crecimiento económico y detener el crecimiento de precios en los alimentos y los servicios públicos”. Pero, Milei señaló que la justicia social es en definitiva “violenta” porque la financiación del Estado conlleva hechos cargas impositivas que coartan la libertad.
En cada una de las dos naciones llovieron críticas y aplausos para Petro y MIlei por sus intervenciones en Davos, eso sí los equipos de prensa de cada cual los definieron como vencedores de la contienda. Pero, por los hechos recientes parece que la “guerra” recién comienza.