Como expresidente de Colombia y presidente de Vivamos Humanos fundación que, junto al Consejo de Paz Afrocolombiano (CONPA), la Coordinación Regional del Pacífico Colombiano y el Foro Interétnico Solidaridad Chocó(FISCH) hacemos parte del comité de impulso de la Coordinadora Humanitaria que agrupa700organizacionessocialesen15 territorios más afectados por la guerra hago un llamado público para que le demos una nueva oportunidad a la paz de Colombia.
Lo hago con el optimismo que resulta de los avances conseguidos hasta el momento en la búsqueda, compleja pero necesaria, de una paz total que nos libere para siempre del dolor que produce el conflicto armado vigente en nuestro país desde hace más de medio siglo.
Estos avances podrían sintetizarse así:
– La suscripción delAcuerdodePazdeLaHabanaentreelEstadoylasFARCenel2016y el comienzo de su necesaria, aunque hoy incompleta, implementación a través de mecanismos refrendados internacionalmente como la Comisión de la Verdad, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
– El comienzo este año de la mesa de negociación con el ELN, reconociendo el Derecho Internacional Humanitario (DIH) como fuente de su legitimidad. La declaratoria de un cese bilateral al fuego de 180 días que se ha venido cumpliendo y la concertación de un inédito esfuerzo por organizar la participación ciudadana como soporte de una “nueva paz” duradera y consensuada.
– Los primeros avances de paz- que deben concretarse en los próximos días en el Catatumbo- con el Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC, acompañados de 8 misiones humanitarias y que deben complementar un cese del bilateraldelfuegodecasi10meses,unodelosmáslargosdecretadosenelpaís.
– A esto se suman las múltiples gestiones de paz y diálogo jurídicos adelantados por el Alto Comisionado para la Paz buscando una desmovilización pacífica de bandas al margendelaley,especialmentedejóvenesenBuenaventura,QuibdóyMedellín.
– La reconsideración, en curso, de la posibilidad legal y política de abrir un espacio de reincorporación legal a la paz de la Segunda Marquetalia.
En la medida en que estos acuerdos de cese al fuego y sus respectivos procesos parcialesde paz con el Estado dialoguen entre sí, empezando por coincidencias humanitarias entre las organizaciones armadas al margen de la ley y la convergencia de sus espacios de participación territoriales, que hoy representa la Coordinadora Humanitaria, nos iremos