El Gobierno de Rusia convocó este viernes al embajador de Colombia en Moscú, Héctor Arenas Neira, para protestar por las críticas de Bogotá después del ataque ruso contra un restaurante en la ciudad ucraniana de Kramatorsk, que dejó al menos doce muertos y más de 60 heridos, entre ellos tres colombianos.
l Ministerio de Exteriores ruso especificó en un comunicado publicado en su página web que Moscú ha pedido “explicaciones” a Arenas Neira en relación con las declaraciones del Gobierno colombiano sobre el incidente, antes de defender que el lugar atacado era “un objetivo legítimo”.
Subrayó que el edificio acogía “un punto temporal de despliegue de comandantes de la 56ª Brigada de Infantería Motorizada de las Fuerzas Armadas de Ucrania” y añadió que los civiles colombianos presentes en el restaurante “eran conscientes de estar cerca de la línea de fuego en la zona de la operación militar especial y los riesgos asociados con ello”.
“Deseamos una pronta recuperación a los ciudadanos colombianos y que vuelvan rápidamente a lugar seguro. Para nosotros, la vida de todas las personas es valiosa”, dijo el Ministerio de Exteriores ruso, que ha pedido a Bogotá que “recomiende a los ciudadanos colombianos que eviten visitar territorios ubicados en la zona de guerra”.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, condenó el miércoles el bombardeo y acusó a Rusia de “atacar a tres civiles colombianos indefensos”. “Viola así los protocolos de la guerra. El ministerio de Exteriores debe entregar (una) nota diplomática de protesta. Esperamos el regreso sanos y salvos a sus hogares de Sergio, Héctor y Catalina”, afirmó.
Los heridos son el exAlto Comisionado para la Paz de Colombia Sergio Jaramillo, el escritor Héctor Abad Faciolince y la periodista Catalina Gómez Ángel, quienes sufrieron heridas leves tras un ataque que alcanzó el restaurante donde se encontraban cenando con la escritora ucraniana Victoria Amelina, la cual permanece en estado crítico por una lesión en la cabeza.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó este mismo viernes a Ucrania de “utilizar lugares civiles” para mantener reuniones con “mercenarios” y asesores militares. “El hecho de que los ucranianos, violando el Derecho Humanitario y cometiendo un crimen de guerra, usen lugares civiles de todo tipo para reunirse con mercenarios, generales occidentales e instructores militares, es culpa de Ucrania”, recalcó.
Las palabras de Lavrov han llegado un día después de que el Ministerio de Defensa ruso afirmara que había matado a cerca de 50 “oficiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania” y 20 “mercenarios y asesores militares extranjeros” en el ataque, después de que las autoridades ucranianas denunciaran doce muertos y más de 60 heridos por el impacto de dos misiles contra una pizzería.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha pedido llevar ante un tribunal a los “asesinos y terroristas rusos” tras el incidente, si bien el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, rechazó las acusaciones de Kiev y recalcó que el Ejército de Rusia “no ataca infraestructura civil”.