El Ministerio de Relaciones Exteriores expidió una resolución ordenando suspender los pagos a Armando Benedetti porque nunca llegó a Caracas a trabajar, a pesar de que un polémico decreto amplió hasta el 23 de junio sus funciones como embajador en Venezuela.
El canciller Álvaro Leyva anunció públicamente el pasado 5 de junio que la renuncia de Armando Benedetti se había aceptado inmediatamente, aunque la había pasado con fecha 23 de junio. En esa misma declaración Leyva dijo que Benedetti era un drogadicto.
Sin embargo, el pulso terminó ganándolo Armando Benedetti.
El Ministerio echó reversa y expidió un decreto extendiéndole la vinculación a Benedetti hasta el 23 de junio, la fecha que pedía el embajador. Álvaro Leyva no firmó ese decreto, sino que lo hizo el secretario general del Ministerio, José Antonio Salazar, actuando como encargado de la Cancillería.
El decreto justifica la ampliación del plazo de retiro –que ya estaba aceptado por otro decreto– diciendo que Benedetti había pedido más tiempo para entregar la embajada porque tenía pendientes temas administrativos, presupuestales y organizacionales.
Pese a la justificación, el embajador no ha vuelto a Caracas.
Por esa razón el 14 de junio Silvia Carrizosa, directora de Talento Humano del Ministerio, le pidió a Benedetti justificar su ausencia en un memorando.
El embajador Benedetti respondió ese memorando el 19 de junio, es decir el lunes festivo de la semana pasada, diciendo que seguía en Colombia por requerimiento del presidente Gustavo Petro.
Esta es su respuesta textual a Talento Humano: “Le informo que he estado en Colombia desde el pasado 23 de mayo por requerimiento del presidente y he permanecido en el país para atender al menos 2 reuniones más con él (…) Sin perjuicio de lo anterior, el pasado 14 de junio solicité una licencia no remunerada para atender asuntos personales”.
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En la Cancillería no han encontrado la petición de licencia no remunerada. Es decir, no hay evidencia de esa solicitud por parte del embajador y menos aún de que le haya sido aceptada.
Por esa razón, la dirección de Talento Humano expidió una Resolución ordenando el descuento de salarios a Benedetti.
El documento que ustedes pueden ver a partir de este momento en la página de la W, señala que, en cambio, Benedetti salió hacia Estambul, Tuquia, sin autorización de la Cancillería.
Que volvió el 13 de junio a Bogotá y que después ha estado en Barranquilla pero que jamás ha ido a Caracas a organizar la entrega de la Embajada.
Que en consecuencia, el Ministerio no le pagará salarios entre el 7 y el 22 de junio.
Curiosamente mientras el embajador Benedetti permanece en Colombia ha tenido invitados viviendo en la cómoda residencia oficial de la Embajada. Uno de ellos es el empresario Armando José Guijarro Daza, quien –como lo revelamos aquí en El Reporte– viajó a Caracas en el vuelo charter con Benedetti y con la niñera Marelbys Meza.
El embajador volvió con la niñera a Bogotá y ella llegó a hablar con Semana. Mientras tanto el amigo Guijarro, polémico excurador urbano de Barranquilla, permaneció en la lujosa “Quinta Colombia” como llaman en Caracas a la residencia privada del embajador.
Armando Benedetti tiene en marcha un proceso disciplinario interno en la Cancillería por abandono del cargo por moverse de Venezuela sin la autorización del Ministerio.
Él dice que esto también lo hizo atendiendo órdenes directas del presidente Petro. Sin embargo, la norma señala que un embajador no puede dejar su sede sin contar con permiso previo y escrito de la Cancillería.
Hace unos minutos, cuando la emisora W radio anunció el contenido de El Reporte Coronell, sección que hace el periodista Daniel Coronell, el embajador Benedetti publicó un trino en el que afirma: “Adelantaré, desde territorio colombiano, el proceso de entrega y empalme de la Embajada en Venezuela. He informado a la Cancillería mi renuncia al pago de cualquier concepto por viáticos. Quiero ser explícito: No conservo el cargo por el fuero, ni por el sueldo”
Dos importantes aclaraciones:
1. Nunca he dudado de la imparcialidad de la Corte, excepto de la magistrada Lombana quien ha demostrado su interés personal en mis procesos. En todos los años que me desempeñé como congresista, la Corte siempre ha sido mi juez natural e imparcial.
— Armando Benedetti (@AABenedetti) June 29, 2023