“Mayday, Mayday, Mayday, tengo el motor en mínimas, voy a buscar un campo…”, ese fue el primer llamado de auxilio del piloto que manejaba la aeronave HK2803, una avioneta de uso privado que se accidentó el pasado 1 de mayo en la selva del Guaviare dejando un saldo de tres adultos muertos y cuatro niños desaparecidos que siguen siendo buscados por las Fuerzas Armadas en medio de la selva.
Tras un mes exacto del siniestro vial, se conoció el informe oficial de la Autoridad de Investigacion de Accidentes de la Aerocivil, AIG, un desgarrador documento que detalla el minuto a minuto del vuelo y que deja nuevas certezas para entender qué pasó y cómo fueron los últimos minutos de vida de sus ocupantes.

Aquel 1 de mayo, la aeronave despegó desde Caquetá y con dirección a San José del Guaviare a las 6:42 de la mañana y con buen clima.
Apenas 35 minutos después, a las 7:17 a.m., el piloto reportó el primer llamado de alarma y pronunció la señal de auxilio reconocida a nivel mundial para el mundo de la aviación: “mayday, mayday, mayday”, dijo el piloto.
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Desde el momento uno, el conductor de la aeronave supo que su problema estaba en el motor, pues cada minuto perdía más fuerza.
De inmediato, el Control de Tráfico Aéreo acusó recibido y ofreció dos pistas cercanas para que la aeronave aterrizara de emergencia: “la pista de Morichal, ubicada a 33 NM de su posición, y la pista Miraflores a 65NM a la derecha de la trayectoria de vuelo”.
Pero, al parecer, el piloto no logró escuchar esas indicaciones y permaneció incomunicado durante 15 minutos más mientras varias centrales intentaban contactarlo.
A las 7:32 a.m., 15 minutos después del último llamado, el piloto reportó que el motor volvió a coger potencia y que el vuelo iba en ascenso.
Esa fue la última comunicación. Pese a los esfuerzos de la central de control para comunicarse de nuevo, el piloto nunca volvió a responder.
Dos semanas después, el 16 de mayo, el país entero supo que la avioneta se había estrellado en medio de la espesa selva entre Guaviare y Caquetá, y que había sido hallada tras 15 días desaparecida.
Tras hallar los restos, tres adultos fueron hallados sin vida y cuatro menores permanecen perdidos.

La torre de control perdió comunicación con el piloto hacia las 7:44 de la mañana del pasado 1 de mayo. Los cuatro hermanos indígenas que viajaban en él siguen desaparecidos.
La Aeronáutica Civil entregó un informe preliminar sobre el accidente aéreo que deja –tres adultos fallecidos ycuatro niños desaparecidos– en las selvas entre Guaviare y Caquetá.
El documento reveló que el piloto tenía dos pistas cerca para realizar el aterrizaje de emergencia, sin embargo, la falla en el motor no le permitió arribar.
El piloto Hernando Murcia Morales emitió un primer llamado de urgencia hacia las 7:15 de la mañana del pasado 1 de mayo: “Mayday, Mayday, Mayday, Mayday, Mayday, Mayday, tengo el motor en mínimas, voy a buscar un campo…”.
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Desde la torre de control le señalaron al aviador que tenía dos pistas cercanas para su aterrizaje de emergencia. La pista de Morichal y la de Miraflores, estaban a 33 y 65 millas náuticas.
La Aerocivil relató que perdió el contacto con el piloto por quince minutos. Cuando volvió a aparecer, dijo que su vuelo se había normalizado.
“El motor volvió a coger potencia, estoy a 120 millas náuticas de San José, en ascenso…”, se le escuchó.
El vuelo parecía normalizado, el piloto detallaba a la torre de control cuántos pasajeros llevaba y su capacidad de combustible. Sin embargo, hacia las 7:43 de la mañana el motor le volvió a fallar.
“…Mayday, Mayday, Mayday. El motor me volvió a fallar…. Voy a buscar un río… aquí tengo un río a la derecha”, fue lo último que alcanzaron a escuchar del piloto Murcia Morales.
Los últimos recursos del piloto, evidenció el informe oficial de la Autoridad de Investigacion de Accidentes de la Aerocivil, AIG, fueron tratar de acuatizar sobre el río Apaporis o reducir el impacto sobre los árboles que, en esa zona del país, alcanzan los 9 metros de altura.
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A partir de ese momento iniciaron las búsquedas de rastreo y rescate de los siete ocupantes de la aeronave. Los esfuerzos solo dieron resultado hasta la mañana del 16 de mayo, ese día encontraron los restos del avión: en su interior estaban los cuerpos de Hernando Murcia Morales, Herman Mendoza Hernández y de Magdalena Mucutuy (madre de los cuatro niños que continúan desaparecidos).
El informe técnico detalló que el avión, primero, arborizó sobre las copas de los árboles. Allí sufrió el desprendimiento de la planta motriz. Luego, la aeronave se deslizó entre las ramas e impactó contra el suelo.
Las condiciones del interior del avión dan cuenta de que los cuatro hermanos, al parecer, hicieron la evacuación por la puerta del piloto. Los puestos que ocupaban no sufrieron gran deterioro con el impacto, incluso, uno de ellos, está intacto.
Por ahora, los organismos de socorro y las comunidades indígenas continúan en la zona en la búsqueda de Lesly Mucutuy (13 años), Soleiny Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (1 año). Ya completan un mes desaparecidos en la selva.
En imágenes | Conozca detalladamente los resultados técnicos del trágico accidente en Caquetá
La Dirección Técnica de Investigación de Accidentes entregó un informe a detalle del accidente que ocurrió el pasado 1 de mayo en el municipio de Solano, Caquetá.









Hasta ahora, el luto y las preguntas siguen acompañando a las familias de los ocupantes de la aeronave que se estrelló en esta zona del país exactamente hace un mes. Tres adultos muertos y cuatro menores que siguen desaparecidos son los resultados de este siniestro aéreo, hasta el momento.
Tras un tiempo de investigaciones, la Autoridad de AIG de Colombia y la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes Aéreos – DIACC, entregaron un informe preliminar de cómo sucedió todo antes, durante y después del fatal accidente.
En cada una de las siguientes imágenes se evidencian algunos de los detalles del accidente que, un mes después, sigue siendo de gran impacto para los colombianos.
Recorrido y comunicaciones entre la aeronave y el ATC en ruta hacia San José del Guaviare