El Gobierno Nacional activó todas sus líneas de defensa para lograr la aprobación de la reforma a la salud que, tras el anuncio del Partido Conservador y de La U, mantiene en vilo al país y está en horas decisivas.
El proyecto está iniciando el primero de cuatro debates y las cuentas no están claras, tanto así que varios funcionarios del Gobierno acudieron durante la sesión de la Comisión Séptima de Cámara a apoyar a los ministros de Salud, Carolina Corcho, e Interior, Alfonso Prada.
Pero realmente el principal hecho político del debate fue la llegada al recinto de la primera dama de la Nación, Verónica Alcocer. Llegó pasadas las 6 de la tarde, al Edificio Nuevo del Congreso ubicado a solo media cuadra de la Casa de Nariño, cuando acababa de ser aplazada la discusión por un enredo con las recusaciones contra los congresistas.
Allí se dirigió a la Presidencia de la Comisión, que ocupa el representante del Pacto Histórico Agmeth Escaf, quien es además amigo suyo. Estuvo por varios minutos reunida a puerta cerrada con Escaf, los ministros de Interior y Salud y los ponentes aliados.
“Estuvo atenta a lo que opinábamos los congresistas y nuestros asesores sobre el inicio del debate”, le contó a La W uno de los asistentes.
Si bien no es la primera vez que la primera dama va al Congreso, sí llamó la atención que lo hiciera cuando el proyecto se juega el todo por el todo en este primer examen y cuando no están en el país su esposo, el presidente de la República, Gustavo Petro, ni los congresistas Roy Barreras y David Racero, presidentes de Senado y Cámara.
Después de su visita al Congreso se conoció además una invitación a algunos de los integrantes de la Comisión Séptima para que asistan a un desayuno, a las 7:30 a.m., en la Sala Estrategia de la Presidencia de la República, donde se van a “tratar asuntos relacionados con la Reforma a la Salud”.
En las próximas horas, una vez se someta a consideración el proyecto, se sabrá si la estrategia que está en marcha por parte del Gobierno fue exitosa o no.