La crisis del Gobierno de cuenta del fracaso de las negociaciones para la construcción de la reforma a la salud hizo que congresistas de la oposición salieran ante los micrófonos para pedir la renuncia de la ministra Carolina Corcho, la artífice de ese articulado.
Corcho es la principal autora del proyecto de ley que fue radicado ante el Congreso el 13 de febrero y que después de seis semanas de conversaciones entre el Ejecutivo, los ponentes y los partidos se quedó sin apoyo de la coalición de Gobierno.
“La intransigencia y la falta de seriedad de la ministra, Carolina Corcho, metió en cuidados intensivos a la reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro. La ministra no solo ha sido deficiente a la hora de manejar el Ministerio, sino que su radicalismo evitó que partidos de la coalición de Gobierno acompañaran la iniciativa gubernamental. Sentimos que con esto la ministra hoy debe dar un paso al costado”, sentenció el representante a la Cámara del Centro Democrático, Andrés Forero.
Desde la tarde del miércoles, cuando los partidos Liberal, Conservador y La U –en ese mismo orden– se apartaron de los diálogos para la construcción del articulado la funcionaria no ha salido a dar declaraciones sobre el fracaso de su iniciativa.
Los voceros de esas colectividades dicen que los técnicos del Ministerio no tuvieron en cuenta sus requerimientos para la construcción del texto. Del otro lado, el presidente del Senado, Roy Barreras, sostuvo el martes que sus comentarios se tendrían en cuenta en las ponencias y los debates y que esa tarea no estaba en manos de los funcionarios de la cartera sino de los mismos congresistas.
¿Puede salir Carolina Corcho del Ministerio de Salud? Su dimisión a la cartera es un escenario difícil, si se tiene en cuenta que ella es una de las ministras ideológicas más cercanas a los planteamientos del presidente, Gustavo Petro.
Es más, en la alocución presidencial de febrero fue ella quien posó junto al mandatario y el Ejecutivo prefirió sacar a Alejandro Gaviria del despacho de Educación –quien era un férreo opositor de Corcho– en lugar de tocar a su encargada en la oficina de Salud.
Y aunque las cuentas lo dan para que ese texto sea aprobado, en el Pacto Histórico insisten en que la diferencia entre el Gobierno y la coalición radica en apenas el 1% del contenido del articulado.
En palabras del presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, “es falso decir que se hundió la reforma a la salud. Sigo convencido que podemos llegar a los acuerdos respecto a ese 1% que falta. La necesidad de hacer una reforma a la salud es un imperativo histórico que nos exige toda la disposición posible. Sigo tendiendo puentes”. La solidez de esos puentes dependerá de las negociaciones con un Congreso escéptico ante los ánimos reformistas del petrismo.