Adriana Esperanza Bermeo Súa y Santiago Márquez Charris son los primeros integrantes de la Primera Línea que quedaron en libertad para convertirse en voceros de paz de Gustavo Petro, una figura con la que el Gobierno pretende sacar de la cárcel a cerca de 200 jóvenes –procesados o condenados– que participaron en el paro nacional de 2021.
Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Dapre, anunció la liberación de dos de los siete jóvenes que el Gobierno había anunciado semanas atrás quedarían libres antes de Navidad.
“Dos jóvenes, Adriana Bermeo y Santiago Márquez, acaban de quedar en libertad para unirse al programa de voceros de paz. Decreto firmado por el señor presidente Gustavo Petro, de acuerdo a la ley 2273 y recomendado por el comité técnico. Gobierno inicia ruta de acompañamiento”, fue el mensaje de Lizcano en su cuenta de Twitter.
Bermeo, oriunda de Bogotá, estaba recluida en la cárcel El Pedregal, de Medellín, en condición de procesada. Según su familia, es una joven que ha dedicado gran parte de su vida a la protección de animales de la calle.
“Adriana es una líder comunitaria de nuestro territorio, donde desarrolla hace cinco años, en niños, niñas y adolescentes, formación en prácticas deportivas y artísticas en el marco de la metodología convivencial”, dice la certificación entregada por la junta de acción comunal del sector donde residía en la capital del país.
Sobre Márquez, privado de la libertad en el centro penitenciario de alta y mediana seguridad de Girón, Santander, se sabe que también es bogotano y cursa estudios de pedagogía.
Según la hoja de vida presentada por el Gobierno la semana pasada, Bolaños es “reconocido por sus profesores por su disciplina y dedicación. Comprometido con el desarrollo social, la academia y la pedagogía”.
“Ayudó a pintar y reparar un parque infantil público del sector donde reside, donde también apoyó la siembra de árboles. Mientras estuvo en el establecimiento carcelario de La Modelo ayudó a pintar las escaleras del patio, dejó algunos libros en donación para la biblioteca y ayudó con actividades académicas con algunos otros privados de la libertad. En Girón, retomó su aprendizaje y talento y fue monitor del área educativa”, agregó el documento del Gobierno.
De acuerdo con las anotaciones judiciales que hay en contra de los dos jóvenes, ambos son investigados por el delito de empleo o lanzamiento de sustancias u objetos peligrosos; sus procesos encuentra activos y en etapa de juicio.
Las autoridades han dejado claro que quienes queden en libertad tendrán que continuar con sus procesos, acudir a las citaciones y demás procedimientos como lo dicta la ley, pues la Fiscalía y los jueces conservarán sus competencias sobre los casos.
El grupo de libertades del Centro de Servicios Judiciales de Bogotá fue el encargado de adelantar las órdenes de libertad de Márquez y Bermeo, según el Ministerio de Justicia.
Así las cosas queda pendiente la liberación de otros cinco jóvenes que había sido anunciada la semana pasada por un comité conformado por los ministros de Justicia, Néstor Osuna, de Defensa, Álvaro Leyva, Interior, Alfonso Prada, y Mauricio Lizcano, quienes estudiaron más de 200 casos.
Laura Camila Ramírez Enciso, Arles Andrés Bolaños Zemanate, Juan Sebastián Galeano Correa, Álvaro Andrés Duque Ruiz y Bremmen Hinestroza son el resto de jóvenes pendientes de recobrar la libertad como voceros de paz.
El programa de voceros de paz está direccionado a otorgar la libertad condicional de los jóvenes señalados de cometer delitos en el marco de las protestas, muy diferente a la iniciativa de los jóvenes gestores de paz, que busca otorgar subsidios de hasta un millón de pesos a 100.000 personas que quieran estudiar.