El investigador sénior para Colombia de la División de las Américas de Human Rights Watch, Juan Pappier, confirmó que este jueves 15 de diciembre iniciaría un paro armado al sur de este departamento ubicado en el Pacífico colombiano.
En las últimas horas las comunidades ribereñas del sur del departamento del Chocó recibieron un audio a través de WhatsApp, el cual es atribuido al Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el que se advierte sobre un paro armado que iniciaría a las 6:00 p. m. de este jueves 15 de diciembre.
Este comunicado, que se presenta en medio de la reactivación de las negociaciones con el Gobierno nacional con el que se busca una salida dialogada al conflicto armado, fue cuestionado por el alto comisionado para la paz, Danilo Restrepo, quien le pidió a los comandantes que anunciaron esta acción armada actuar en “coherencia”.
Alrededor de 9.800 personas han sido forzadas a confinarse en el noroeste de Colombia debido al “paro armado indefinido” impuesto allí por la guerrilla del ELN en medio de las negociaciones de paz que adelanta con el gobierno, informó este viernes la Defensoría del Pueblo.
“Tras el anuncio de paro armado” por parte de los rebeldes en el departamento del Chocó, “al menos 9.800 personas de los municipios de Istmina, Medio San Juan, Sipí y Nóvita” están “en confinamiento de manera indefinida”, con restricciones a la movilidad, actividades diarias, “transporte de víveres y alimentos al igual que acceso a servicios de salud”, indicó la entidad en un comunicado.
En un documento difundido el miércoles, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) prohibió la circulación y actividad en esa región aduciendo el asesinato el lunes del “joven Santiago Cáceres” a manos de “paramilitares” en “convivencia” con la Fuerza.
“Cabe recordar que el pasado lunes 12 de diciembre se registró una incursión de miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en la comunidad afro de Negría en Istmina, en la que fue asesinada una persona y recibieron intimidaciones, daños a bienes civiles y hurtos”, indicó la entidad encargada de velar por los derechos humanos.
De acuerdo a la Defensoría, como consecuencia de esos enfrentamientos unas 141 personas debieron desplazarse a otros poblados aledaños.
Paro que hace tambalear los diálogos
“Esto es gravísimo, porque estamos hablando que el ELN, el 12 de diciembre, reconoció en el primer ciclo de diálogos que hay una situación grave humanitaria en el Chocó. Que iban a tomar medidas a partir de enero y al día siguiente sus comandantes en terreno se dan vuelta y declaran este paro armado de forma indefinida”, indicó el investigador.
En ese sentido, señaló que el Gobierno nacional debe buscar una solución a esta grave situación, debido a que se estaría poniendo en entredicho la reactivación de los proceso de diálogo y a que la comunidad del sur del Chocó está enfrentando una “situación dramática”. A su vez, aclaró que este paro se presentaría en inmediaciones del río San Juan y Calima, al sur de este departamento ubicado en el pacífico colombiano.
Disputa con el Clan del Golfo
De igual manera, explicó que este territorio se encuentra en disputa entre el ELN y el Clan del Golfo, considerada la banda criminal más grande de Colombia, representando uno de los “últimos bastiones” que le quedan a la guerrilla en este departamento donde ha ido perdiendo el control territorial frente al
“En este conflicto entre estos dos actores la situación humanitaria ha sido gravísima con más de 10.000 desplazados este año, 70.000 confinados en el Chocó. Una situación que se está deteriorando y es muy grave”, explicó Pappier.
El “paro armado” levantó críticas tanto en la oposición como en el Gobierno izquierdista, que a inicios de esta semana había dado por concluido “exitosamente” el primer ciclo de conversaciones de paz con la guerrilla en Caracas.
Al término de la ronda de diálogos, el Gobierno y el ELN anunciaron “acciones humanitarias” para mitigar la violencia precisamente en la zona donde los rebeldes ahora paralizan la actividad bajo amenaza.
Las partes retomaron en noviembre el proceso de paz que había quedado en suspenso bajo el gobierno de Iván Duque (2018-2022) y que en principio tendrá un segundo capítulo el próximo año en México.
La negociación avanza sin que medie un alto al fuego.
En armas desde 1964, el ELN tiene un pie de fuerza de unos 2.500 combatientes y una amplia red de colaboradores, según estimaciones independientes