La reforma política, que es uno de los proyectos bandera del presidente Gustavo Petro, tuvo sus primeros debates en el Congreso de la República. La propuesta tiene como objetivo «acabar con el clientelismo y la corrupción electoral».
Este miércoles 14 de diciembre terminó el cuarto de los ocho debates en la Cámara de Representantes.
Uno de los artículos que han sido aprobados es la llamada puerta giratoria, que permite a los congresistas renunciar para ser ministros.
Sin duda, este es uno de los puntos más polémicos del proyecto. El Congreso aún permanece dividido frente a este punto incluso después de hundirse una proposición que pretendía la eliminación.
El martes se aprobó el artículo que elimina las facultades de la Procuraduría para “afectar” los derechos políticos de elegidos por voto popular. De seguir con vida este punto en los siguientes debates, solo habrá sanciones por parte de jueces.
También le dieron el visto bueno a una de las claves del proyecto: las listas cerradas, que serán paritarias y en alternancia. Junto a ello, la posibilidad de cambiar de partido sin sanción, lo que se conoce como transfuguismo. De otro lado, la financiación de las campañas será 100 por ciento estatal.
Entre los golpes que recibió el Gobierno está la eliminación de la limitación de periodos en cuerpos colegiados. Se pretendía que solo se podía estar máximo por tres periodos consecutivos en Congreso, asambleas y concejos.
No sería la primera vez que el Gobierno de Petro pierde. Recientemente, el Senado tumbó el proyecto de ley de Orden Público los artículos que le daban facultades al presidente de la República para designar como gestores de paz a jóvenes detenidos en protestas.
Lo siguiente es una conciliación entre lo que ha sido aprobado por Cámara y Senado para que el texto quede listo para sus próximos debates en el primer semestre de 2023.
¿Qué se aprobó?
La plenaria aprobó tal y cómo estaba en la ponencia el artículo número uno, que plantea quitarle las competencias a la Procuraduría para sancionar funcionarios electos por voto popular, como los alcaldes y gobernadores.
También se aprobó que las listas a corporaciones públicas (como el Congreso, los Concejos y las Asambleas departamentales), sean cerradas y paritarias, 50% hombres y 50% mujeres. Además, se quitó la restricción para que solo partidos minoritarios pudieran hacer coalición para las elecciones legislativas; es decir, ahora cualquier colectividad podrá unirse con otras para buscar más votos en los comicios y tener más curules.
De otra parte, se abrió la puerta al transfuguísmo por una única vez, a partir del 2026. Esto implica que un congresista podría pasar de un partido a otro sin quedar impedido o tener que enfrentarse a demandas por presunta doble militancia. Sin embargo, solo se podría dar este salto una vez.
Otros del los apartados que se aprobaron tienen que ver con que la financiación de las campañas políticas sea 100% estatal y reducir de 30 a 25 años la edad mínima para ser senador de la República. A propósito de reducción de edad, se cayó la propuesta que pretendía que los jóvenes pudieran ser Representantes a la Cámara desde los 18; se mantiene también en 25.
¿Qué se hundió?
Esta aprobación estuvo marcada por algunas derrotas para el Gobierno Petro, como lo fueron la eliminación del voto obligatorio, que se quiso incluir en la ponencia pero la plenaria no lo permitió y finalmente quedó como una constancia para el quinto debate.
El mismo éxito tuvo la propuesta para limitar la reelección de los congresistas a máximo tres periodos (aplicaba también para concejales, ediles y diputados), pues este artículo se hundió durante la discusión. Acá incluso varios congresistas de la coalición de Gobierno se opusieron a que el apartado pasara.
Volviendo al tema de la edad mínima, pero ahora en la Cámara, se negó igualmente la proposición que pretendía bajar de 25 a 18 el requisito mínimo de edad para ser representante a la Cámara o al menos aspirar a ello. Lo que se hizo, a la larga, fue unificar a 25 años la edad tanto para senador como para representante.
La posibilidad de que congresistas vayan al Gobierno ha generado preocupación en expertos como académicos, juristas y exconstituyentes, quienes afirman que esta figura va en contra de la división de poderes. Pero no solo han sido los expertos, aunque el artículo fue aprobado y se hundió una proposición que pretendía su eliminación, en el Congreso están divididos frente a este punto. Y el debate de este martes fue bastante fuerte alrededor de este asunto.
Por ejemplo, el representante liberal Juan Carlos Losada aseguró durante la discusión que este es un debate de mayor profundidad, pues se trata de si Colombia debe cambiar de un régimen presidencial a un régimen parlamentario: “Si eso es lo que quiere hacer el gobierno de Gustavo Petro, demos una discusión amplia y suficiente. Pero eso que aquí algún representante del Pacto llamó una visión mixta, es muy insuficiente entonces esta reforma para que se dé”.
“El presidente debería ser entonces la cabeza de lista o el vocero de una bancada antes de hacerse elegir de manera sola e independiente. Esa discusión estamos listos para darla, pero esa discusión, en este caso, en el que no se está dando de fondo, es burlarse de las limitaciones que imponen las inhabilidades que fueron incluidas en la Constitución como unas garantías de quienes hacemos parte de este cuerpo colegiado no podemos abusar del poder, como no podrá comprarnos con dádivas el Ejecutivo”, agregó Losada.
“Nos queremos devolver a los errores del pasado”, dijo, por su parte, la representante Carolina Giraldo, pues esto fue eliminado en la Constitución del 91.
El ministro remató diciendo que en Colombia no hay un régimen presidencialista puro, sino “tenemos una mixtura que nos permite mezclar y caminar hacia el semipresidencialismo con unas rutas muy interesantes”.
Incluso, afirmó que “no se trata hacer acuerdos amañados para cooptar el Congreso, sino hacer acuerdos de gobernabilidad que nos permitan conducir en gobierno de unidad nacional grandes cambios y grandes transformaciones”.
Los otros puntos claves del debate de la reforma política
Tras unas nueve horas de debate, este martes terminó la discusión que se inició el lunes y, aunque fue bastante agitada, fue favorable para las intenciones del Gobierno.
El lunes, cuando comenzó, el Gobierno sufrió un golpe tras la eliminación de la limitación de periodos en cuerpos colegiados. Se pretendía que solo se podía estar máximo por tres periodos consecutivos en Congreso, asambleas y concejos.
Pero este martes se aprobó, por ejemplo, el artículo que elimina las facultades de la Procuraduría para “afectar” los derechos políticos de elegidos por voto popular. De seguir con vida este punto en los siguientes debates, solo habrá sanciones por parte de jueces.
También quedó establecido que para ser senador se deberá tener 25 años y no 30, como actualmente lo dice la ley. Se buscó que para ser representante se tengan 18 años, pero esto no prosperó y se mantiene la edad de 25 años.
Así mismo, la plenaria de la Cámara avaló el que es llamado el corazón del proyecto: las listas cerradas, que serán paritarias y en alternancia.
Entre lo aprobado también está la posibilidad de cambiar de partido sin sanción, lo que se conoce como transfuguismo. De otro lado, la financiación de las campañas será 100 por ciento estatal.
Ahora habrá conciliación de lo que se ha aprobado en Cámara y Senado y el texto quedará listo para tener sus otros debates en el primer semestre del 2023.
Katherine Miranda se despacha contra Gustavo Petro y el Pacto Histórico por reforma política.
«Quiero decirle hoy al país y al presidente Gustavo Petro, que tengo dolor, vergüenza y una profunda decepción. Yo ayudé a que Petro fuera electo. Y me duele que en este gobierno estén acabando con las minorías», dijo con la voz entrecortada Katherine Miranda.
«Se acaba de aprobar una disposición delirante que permitirá a partidos grandes aliarse en elecciones, algo que sólo se permitía a los pequeños. Con este cambio los tradicionales arrasarán a las minorías en regiones. Esto no es el cambio, presidente Gustavo Petro. O sí: para mal», dijo Juvinao.
El polémico artículo fue incluido en la reforma política que presentó el presidente Gustavo Petro y el ministro del Interior, Alfonso Prada.
En su cuarto debate, la Cámara de Representantes aprobó la disminución de las edades para aspirar al Congreso, le dio viabilidad únicamente a las listas cerradas sin voto preferente, permite el transfugísmo por única vez y a futuro les permitirá a los congresistas renunciar a sus curules para ser ministros, es decir, integrar el Gobierno Nacional.