En el desarrollo del Plan Perseo, tropas del Ejército Nacional, la Armada de Colombia, la Fuerza Aérea y la Policía, asestaron un contundente golpe contra la explotación ilícita de yacimientos mineros, la depredación ambiental y la contaminación de las fuentes hídricas en las selvas del Guainía.
En el primer hecho se ubicó una zona de extracción ilícita de oro de más de 4 kilómetros de extensión en área general del sector conocido como Chorro Bocón, zona rural de Inírida, Guanía. Allí fueron halladas seis unidades de producción minera ilegal.
El segundo hecho, se presentó sobre el río Inírida. Allí fue ubicada una embarcación que movilizaba 10 motores, 28 rotores, radios de comunicación y elementos varios iban a ser empleados para la extracción ilícita de oro.
Este resultado afecta las finanzas ilegales de los grupos armados organizados que venían afectando el medio ambiente, ya que, se estima que extraían más de 2200 gramos de oro mensuales representando ingresos superiores a los 600 millones de pesos.
Lo más importante de esta operación, es que logramos detener la grave depredación en contra de la capa vegetal en la selva, la tala indiscriminada de bosques, así como la contaminación de las fuentes hídricas por el uso indiscriminado de químicos.