✅ La escultura sobrevivió a los hechos de la toma y retoma del Palacio de Justicia, ocurridos entre el 6 y el 7 de noviembre de 1985. Se conserva en la Sala Plena de la Corte Suprema como huella de lo sucedido, configurándose como un objeto de memoria histórica.
✅ Por lo anterior, entre otras cosas, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) aprobó la declaratoria como Bien de Interés Cultural del ámbito nacional.
✅ Este reconocimiento representa una invitación a todas las colombianas y colombianos para que no olvidemos el horror del holocausto del Palacio de Justicia, y nos comprometamos a trabajar por la paz y la reconciliación, con el propósito de que hechos como este no vuelvan a ocurrir.
✅ La apropiación de la imagen por parte de la Corte Suprema de Justicia se ha convertido en un referente de memoria, y de testimonio de uno de los sucesos más dolorosos de la historia del país.
#MemoriaViva – Durante un acto simbólico que contó con la presencia de los magistrados que conforman la Sala Plena y los presidentes del Consejo de Estado, la Corte Constitucional, el Consejo Nacional de Disciplina Judicial y el Consejo Superior de la Judicatura, la ministra de Cultura, Patricia Ariza, realizó la entrega de la resolución que formaliza la declaratoria como Bien de Interés Cultural del ámbito nacional del Cristo del Palacio de Justicia. Esta declaratoria se constituye en la primera aprobada para un bien mueble asociado a la memoria histórica de un hecho vinculado a víctimas del conflicto en Colombia.
Esta escultura sobrevivió a los hechos de la toma y retoma del Palacio de Justicia, entre el 6 y el 7 de noviembre de 1985. La pieza se encontraba en la Sala de Audiencias, ubicada en la esquina sur occidental del Palacio, contigua a la cafetería. El Cristo fue alcanzado por las llamas del segundo de los incendios que afectaron a la edificación, y fue posteriormente rescatado por el magistrado Hernando Baquero Borda, quien la conservó en su casa para luego retornarlo a la corporación.
Actualmente, el Cristo del Palacio de Justicia preside la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia y se ha convertido en un símbolo permanente del deber de memoria y de un trabajo perseverante por la paz y la justicia en el país, cambiando su significación de lo devocional a un objeto de memoria histórica.
«Muy emocionante porque no solo es el Cristo que lo declaramos patrimonio, es este edifico, el lugar y son ustedes también porque este es un lugar donde se han realizado muchos actos de justicia y también de injusticia. Esperamos que esto no vuelva a suceder. Quiero desde acá saludar a todas las víctimas y sobrevivientes y a toda Colombia porque esto que sucedió es parte de la memoria histórica», afirmó la ministra de Cultura, Patricia Ariza.
Por su parte, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, magistrado Aroldo Quiroz, aseguró que el Cristo es muy importante para el poder judicial, para sus 30.000 funcionarios, pues tal y como lo establece la resolución, es un “símbolo de resistencia, supervivencia y renacimiento; invita a sobreponerse al horror, el Cristo invita a reflexionar sobre el conflicto en Colombia y desde allí pensar y trabajar por una Nación en paz».
¿Qué significa la declaratoria del Cristo del Palacio de Justicia como Bien de Interés Cultural del ámbito nacional?
La declaratoria del Cristo del Palacio de Justicia como Bien de Interés Cultural del ámbito nacional es una contribución al reconocimiento de las víctimas del Palacio de Justicia, desde las disposiciones de la Ley 1056 de 2006 «por la cual se honra la Memoria de los Magistrados y Servidores Públicos, víctimas del holocausto del Palacio de Justicia ocurrido durante los días 6 y 7 de noviembre de 1985» y las recomendaciones del Informe final de la Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia.
¿Qué significa el Cristo del Palacio de Justicia para la Corte Suprema de Justicia y las víctimas de los hechos acontecidos en 1985?
Simbólicamente representa la capacidad de la institución de resurgir de la barbarie de la violencia histórica de Colombia. Es la materialización de la fuerza, resistencia, coraje y valentía de quienes desempeñan la labor de administrar justicia en el país.
Asimismo, la escultura se ha convertido en un referente de resistencia y resiliencia, así como en un símbolo y testimonio para que esos hechos no se repitan jamás.
¿Cuál es el origen de esta escultura?
Se presume que esta escultura fue elaborada en las primeras décadas del siglo XX y puede tratarse de una obra de los Talleres de Arte Cristiano de Olot, que tienen su sede en la provincia de Girona, en Cataluña (España). La producción de esta imaginería religiosa ha estado presente desde finales del siglo XIX y fue importada hacia América Latina.
El Cristo es una escultura de buena factura, proporcionada en sus dimensiones y con rasgos anatómicos bien logrados. La policromía que se observa original, como es el caso del rostro y las gotas de sangre, fue aplicada de manera planeada y cuidadosa para dar cierto realismo a la imagen.
El Cristo ha acompañado a la institución desde los años ochenta del siglo XX. Luego de los hechos de la toma y retoma del Palacio de Justicia en 1985, la pieza evidencia faltantes en la capa pictórica original y carbonización en la cruz, producto de las altas temperaturas por el incendio ocurrido en la Sala de Audiencias. Fue posteriormente intervenida para evitar su deterioro y protegerla en tanto evidencia y símbolo de uno de los hechos más dolorosos de la historia de Colombia.
¿Qué es el Patrimonio Cultural Mueble (PCMU)?
Según la reglamentación vigente y la definición establecida por la Política para la Protección del Patrimonio Cultural Mueble, este es el conjunto de bienes que las comunidades, los grupos sociales y las instituciones públicas y privadas reconocen como parte de su memoria e identidad, toda vez que les atribuyen, entre otros, valores colectivos, históricos, estéticos y simbólicos que suscitan intereses particulares en la población.
¿Cuáles son los valores que se le atribuyen a la escultura?
La escultura del Cristo del Palacio de Justicia presenta los tres valores establecidos en el Decreto 1080 de 2015, modificado por el Decreto 2358 de 2019, así:
Histórico, por ser testigo y testimonio de los hechos ocurridos durante la toma y retoma del Palacio de Justicia, y aporte al deber de memoria de la nación sobre el conflicto.
Estético, por mostrar en su materialidad las huellas del holocausto, siendo testimonio de un hecho cruento que marcó profundamente la historia de Colombia.
Simbólico, por personificar el dolor y el sufrimiento por la violencia en Colombia, y ser una invitación a reflexionar sobre el conflicto y, desde ahí, pensar y trabajar por una nación en paz.