Lo que era un rumor en los pasillos del Congreso terminó tomando fuerza en una reunión de este martes en la que varios congresistas del Partido Liberal se unieron para criticar el rol de intermediador que está teniendo Simón Gaviria, hijo del líder de esa colectividad, César Gaviria.
Según varios de los políticos que asistieron a un encuentro convocado por altos mandos del Gobierno para debatir el apoyo a la reforma tributaria del presidente Gustavo Petro, los senadores se quejaron de que no estaban siendo escuchados por el hijo de Gaviria y de que querían tener “un canal de comunicación directo” con el Gobierno para tomar decisiones importantes sobre los votos a los diferentes proyectos.
En el encuentro, que estuvo liderado por el ministro del Interior, Alfonso Prada, y el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Mauricio Lizcano, ambos funcionarios se comprometieron a hablar directamente con los congresistas para que el diálogo directo tuviera más peso y pudieran escuchar las verdaderas intenciones de la bancada.
La conversación se da en un momento crítico para César Gaviria pues, pese a que había trazado líneas rojas con la tributaria en las que no estaba dispuesto a ceder, la mayor parte de su bancada sí quería votar a favor de la reforma.
Tras verse contra la espada y la pared por la presión de los demás liberales, Gaviria no tuvo otra opción que liberar a sus congresistas para que voten como prefieran en los detalles de ese proyecto.
Por ahora, quedó claro que el Partido Liberal sí apoyará la reforma tras proponer 11 cambios al proyecto de los cuales fueron modificados ocho.
“La conclusión de la bancada es que, en ese punto en concreto, vamos a quedar en libertad de votar como cada representante quiera votar, cosa que considero es lo más salomónico que pudo haber”, explicó el representante liberal Juan Carlos Losada.