El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva sigue por delante del gobernante Jair Bolsonaro con entre un 49 y un 50 % de las intenciones de voto, según dos sondeos divulgados este sábado, los últimos antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo.
La firma Datafolha indicó que el dirigente progresista cuenta con un 49 % de los apoyos, frente al 45 % que obtendría el líder ultraderechista, con lo que estarían cerca del empate técnico al estar en el límite del margen de error, que es de dos puntos.
Un 4 % votaría en blanco o nulo y otro 2 % no supo qué responder.
El escenario se mantiene prácticamente estable con respecto a la anterior encuesta de Datafolha, difundida el jueves pasado y que dio a Lula el mismo porcentaje (49 %) y a Bolsonaro un punto menos (44 %).
Excluidos los blancos y nulos, que es como la Justicia electoral realiza el escrutinio, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) tendría el 52 % de los votos válidos y el capitán retirado del Ejército el 48 %, con lo que no sería reelegido presidente, de acuerdo con Datafolha.
Por otro lado, la empresa Ipec apuntó una diferencia mayor entre ambos candidatos, con Lula obteniendo el 50 % de los apoyos, mientras que el actual gobernante conseguiría el 43 %, mismos porcentajes que en el último sondeo realizado el lunes pasado.
Los votos blancos seguirían en el 5 % y los que no supieron qué responder en el 2 %.
También se repiten los resultados de hace seis días si se analizan apenas los votos válidos: Lula llegaría hasta el 54 % de los sufragios y Bolsonaro se quedaría con el 46 %.
En la primera vuelta de las presidenciales, celebrada el pasado 2 de octubre, Lula fue el candidato más votado, con 48,4 % de los sufragios, y Bolsonaro quedó en segundo lugar, con el 43,2 %.
Como ninguno obtuvo más de la mitad de los votos válidos, ambos disputarán la Presidencia en el balotaje de este domingo.
Las empresas demoscópicas han sido muy cuestionadas en Brasil por parte de Bolsonaro y sus simpatizantes, por no haber detectado la fuerza que tuvo el actual mandatario en primera ronda, donde obtuvo un porcentaje de votos superior al previsto.
Las encuestas sugieren que Lula es el favorito por un estrecho margen para obtener un tercer mandato, coronando un notable renacimiento político después de haber sido encarcelado por condenas de soborno que fueron anuladas.
Sin embargo, Bolsonaro tuvo un resultado mejor al que auguraban los sondeos de opinión en la primera vuelta de la votación de este mes, y muchos analistas dicen que el pronóstico para la elección es incierto.
Durante el debate del viernes, ambos criticaron el carácter y el pasado del otro, se acusaron mutuamente de mentir y se negaron repetidamente a responder a las preguntas del contrincante.
Bolsonaro abrió el debate negando los informes de que podría desvincular el salario mínimo de la inflación, anunciando en cambio que lo aumentaría a 1.400 reales (260 dólares) al mes si es reelegido, una medida que no está en el presupuesto de su Gobierno para 2023.
La mayoría de los analistas y grupos de discusión con votantes indecisos sugirieron que el presidente no habría conseguido provocar un cambio en la disputa, que las encuestas muestran ampliamente estable desde que Lula ganó la primera vuelta el 2 de octubre por 5 puntos porcentuales.
El resultado electoral fue mejor para Bolsonaro de lo que mostraban la mayoría de las encuestas, dándole un impulso para comenzar el mes, pero las últimas dos semanas de la campaña se le han hecho cuesta arriba.
El viernes por la noche, ambos candidatos volvieron repetidamente a los dos mandatos de Lula como presidente entre 2003 y 2010, cuando los altos precios de las materias primas ayudaron a impulsar la economía y a combatir la pobreza.
Lula prometió revivir los tiempos de bonanza, mientras que Bolsonaro sugirió que los programas sociales actuales son más eficaces.
EFE