Los más recientes resultados del Barómetro Petrolero 2022, en el que se reunieron presidentes de empresas de petróleo y gas; presidentes de gremios; y directores de las entidades públicas, mostró un complejo panorama para la industria de hidrocarburos en el país.
El estudio mostró que por primera vez las proyecciones son negativas para los presidentes de las empresas. En concreto, se evidencia que las compañías disminuirán sus operaciones en Colombia durante los próximos cinco años, principalmente por el cambio de gobierno y el ajuste de las políticas en el sector.
A la pregunta, ¿cuál cree que son las dos principales razones por la que algunos empresarios crean que en los próximos cinco años se reducirían sus operaciones en Colombia?, la encuesta muestra que la mayoría de directivos señaló el cambio del gobierno, luego la falta de apoyo estatal y en tercer lugar el rechazo de las comunidades a la industria petrolera en Colombia.
Los factores que menos pesaron en esa pregunta fueron mejores oportunidades en otros países, problemas de seguridad y bajos precios del petróleo.
La encuesta, que se realizó de la mano de Jaime Arteaga y Asociados y el Centro Nacional de Consultoría, también halló que la industria de hidrocarburos ha afianzado su relación y compromiso con el territorio, un aspecto que se refleja en una mejora sostenida de la aceptación y aprecio de los colombianos frente a este sector.
Entre el 2019 y el 2022, dice el estudio, ha aumentado en casi un 20% el número de colombianos que consideran que la industria es positiva para su municipio – siendo del 80% para el 2022—.
De hecho, el 69% de los colombianos considera que Colombia debería priorizar la superación de la pobreza y las desigualdades, incluso si esto significa seguir produciendo petróleo y carbón.
Esta conclusión cobra importancia teniendo en cuenta que el 79% de los colombianos creen que la industria de petróleo y gas es necesaria para financiar los programas sociales y de inversión pública del estado. Incluso ocho de cada 10 encuestados consideran que las operaciones de petróleo y gas pueden coexistir con otras fuentes de energía limpias.