La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó este miércoles que América es el epicentro mundial de la epidemia de viruela símica, ya que ha notificado más de 30.000 casos.
Carissa F. Etienne, directora de la organización, reveló en conferencia de prensa que la mayoría de los casos se concentran en EE.UU., Brasil, Perú y Canadá.
Confirmó, además, que las personas contagiadas son principalmente hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres.
Sin embargo, ya se han notificado al menos 145 casos en mujeres y 54 en personas menores de 18 años.
La funcionaria explicó que, a raíz de una petición de los estados miembros, la OPS cerró un acuerdo con el productor de la vacuna contra la viruela símica para ponerla a disposición de los países de la región.
Más allá de esta alternativa, precisó que ante la escasez mundial de vacunas y la falta de un tratamiento eficaz, lo más importante es intensificar los esfuerzos para prevenir la propagación del virus.
Ello incluye campañas de comunicación efectivas, «con mensajes prácticos, honestos y específicos, para que todo el mundo sepa cómo se transmite la viruela símica, cómo identificar los síntomas específicos y cuándo buscar atención médica».
Etienne también pidió que se aumente y descentralice la capacidad de realizar pruebas, en particular para las poblaciones de alto riesgo, y que se garantice que los trabajadores de salud estén capacitados para identificar los síntomas y proporcionar una atención respetuosa y de alta calidad.
Por otra parte, solicitó a los países que aborden el estigma que rodea a la enfermedad, ya que esto aleja a las personas en riesgo de la información que necesitan, las pruebas y la atención médica.
«El estigma no tiene cabida en la salud pública. Si no somos proactivos para superar estas barreras, la viruela símica se propagará en silencio», alertó.
Con respecto al trabajo específico de la OPS, precisó que ya está trabajando con los países de la región para dar prioridad a las dosis limitadas de vacunas existentes para los grupos de alto riesgo y reforzar la realización de pruebas de detección.
También ha elaborado orientaciones y brindado talleres para apoyar los esfuerzos de los países por involucrar a las comunidades afectadas.
«Como vimos con la respuesta mundial a la Covid-19, el acceso a recursos y la colaboración sostenida son fundamentales para detener un virus. Una respuesta de salud pública eficaz requiere que seamos decisivos, que actuemos con rapidez y que demos prioridad para apoyar a los más vulnerables de nuestra región», señaló.
Dado que las Américas presentan actualmente el mayor número de casos de viruela símica en el mundo, y que la COVID-19 sigue siendo una «amenaza importante» para la región, la prevención es clave para evitar infecciones y proteger la salud de las personas, afirmó la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), doctora Carissa F. Etienne.
A pesar de la disminución de los casos, de las hospitalizaciones y de las muertes por coronavirus en las Américas, «cientos de personas siguen muriendo cada día a causa de la COVID-19 en nuestra región», dijo hoy la doctora Etienne durante una rueda de prensa. «Sin embargo, los países han reducido sus medidas de salud pública y millones siguen sin vacunarse», destacó.
Si bien la mayoría de las vacunas administradas en las Américas son de refuerzo, diez países y territorios aún no han vacunado completamente ni siquiera al 40% de su población y algunas personas aún no han recibido una sola dosis de vacuna.
«No debemos ni podemos ser complacientes, porque este virus sigue circulando, sigue evolucionando, y todavía pueden surgir nuevas variantes», señaló la Directora de la OPS, y pidió a los países que den prioridad a los que siguen sin protección, incluidos los niños y las niñas que regresan a la escuela este mes.
En cuanto al brote de viruela símica, la doctora Etienne destacó que se han notificado más de 30.000 casos en la región, lo que convierte a las Américas en el epicentro mundial de la epidemia.
La mayoría de los casos en la región se concentran en Estados Unidos, Brasil, Perú y Canadá, y principalmente entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, aunque se han notificado al menos 145 casos en mujeres y 54 en personas menores de 18 años.
A raíz de una petición de los Estados miembros de la organización durante una sesión especial de su Consejo Directivo en agosto, la OPS cerró un acuerdo con el productor de la vacuna contra la viruela símica para ponerla a disposición de los países de la región.
Sin embargo, ante la escasez mundial de vacunas y la falta de un tratamiento eficaz, la doctora Etienne instó a los países a «intensificar los esfuerzos para prevenir la propagación del virus».
Esto incluye campañas de comunicación efectivas, con mensajes prácticos, honestos y específicos, «para que todo el mundo sepa cómo se transmite la viruela símica, cómo identificar los síntomas específicos y cuándo buscar atención médica».
La Directora de la OPS también pidió que se aumente y descentralice la capacidad de realizar pruebas, en particular para las poblaciones de alto riesgo, y que se garantice que los trabajadores de salud estén capacitados para identificar los síntomas y proporcionar una atención respetuosa y de alta calidad.
La doctora Etienne también solicitó a los países que aborden el estigma que rodea a la enfermedad, ya que esto aleja a las personas en riesgo de la información que necesitan, las pruebas y la atención médica.
«El estigma no tiene cabida en la salud pública», remarcó. «Si no somos proactivos para superar estas barreras, la viruela símica se propagará en silencio», advirtió.
La OPS está trabajando con los países de la región para dar prioridad a las dosis limitadas de vacunas existentes para los grupos de alto riesgo y para reforzar la realización de pruebas de detección. También ha elaborado orientaciones y brindado talleres para apoyar los esfuerzos de los países por involucrar a las comunidades afectadas.
«Como vimos con la respuesta mundial a la COVID-19, el acceso a recursos y la colaboración sostenida son fundamentales para detener un virus», destacó la doctora Etienne. «Una respuesta de salud pública eficaz requiere que seamos decisivos, que actuemos con rapidez y que demos prioridad para apoyar a los más vulnerables de nuestra región», manifestó. (Con información de OPS y RT).