Con la reciente entrega de las credenciales a Armando Benedetti, el nuevo embajador de Colombia en Venezuela, oficialmente se reestablecieron las relaciones entre ambos países.
Dicho esto, otro punto que genera expectativa entre las economías de las naciones es la posible reapertura de las fronteras terrestres para la reactivación del comercio, que según la Cámara de Comercio Colombo Venezolana (CCV) dejaría alrededor de US$1.200 millones.
A nivel individual los distintos gremios de Colombia vienen haciendo sus apuestas por lo que sería este hito, tras siete años del cierre oficial de los pasos fronterizos, en los que el comercio ha migrado a la ilegalidad.
En 2008, según las cifras de Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Confecar), el número de vehículos de mercancías viajando entre ambos países cerró en los 227.672, cifra que descendió en 2011 a 85.920 y que hacia 2018 ya se ubicaba en apenas 2.202. Con la reapertura se estima recuperar progresivamente el tráfico.
En 2021, las exportaciones de Colombia a Venezuela alcanzaron los US$331,17 millones, 125,6 % más que en 2020, mientras que las importaciones aumentaron 152 % (con US$69,3 millones).
Regularmente, en términos de exportaciones, los principales productos que Colombia vende a Venezuela son combustibles y aceites minerales, materias plásticas y manufacturas, azúcares, artículos de confitería, papel, cartón, y productos farmacéuticos.
En Norte de Santander, del lado colombiano, las principales actividades económicas del departamento son la administración pública con 26,0 %, comercio y transporte (16 %), y el sector agropecuario y actividades inmobiliarias, con 10 %.
En el Estado de Táchira, en Venezuela, por su parte, se calcula que alrededor de 94 % de las transacciones que se hacen se realizan en pesos colombianos, una cifra que viene en ascenso desde el año pasado. Allí el 57,1 % de las empresas se calcula que manejan la moneda colombiana.
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“El transporte intermunicipal entre Colombia y Venezuela se debe visualizar en dos categorías. La primera que tiene influencia en el área metropolitana de Cúcuta y conecta con Venezuela en ciudades como San Cristóbal, donde el movimiento de pasajeros llegaba antes a los 52 viajes diarios”, comentó José Yesid Reyes, presidente ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo del Transporte Intermunicipal (Aditt).
El otro, se relaciona con el transporte internacional que conecta ciudades capitales de Venezuela con ciudades de Colombia como Bogotá, Medellín o Cali, donde se estima que hace 11 años pudo tener un registro de 22 viajes día.
“Una apertura permanente y sin incertidumbre de la frontera podría generar entre las áreas metropolitanas de la frontera cerca de 40 viajes diarios. En el contexto del transporte internacional cerca de 15 viajes diarios”, agregó.
Eso, sin contar el impacto económico que generaría el movimiento de pasajeros intermunicipales que dejaría más de $12.000 millones y el internacional $48.000 millones al año.
Más sectores
La pernoctación en cada una de las ciudades fronterizas entre Colombia y Venezuela es otro de los indicadores claves a la hora analizar el impacto que tendría la apertura de la frontera.
En ese sentido, Sandra Mendoza, directora ejecutiva del capítulo de Norte de Santander de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) comenta que aunque no se ha llegado a niveles prepandemia, la ocupación hotelera entre enero y julio se ubicó en 47,7 % en Norte de Santander y 51,6 % en Cúcuta, la capital del departamento.
“La expectativa es muy positiva con respecto a la apertura fronteriza. Hay la posibilidad de reactivar el sector hotelero, el sector turismo, el sector comercial de Cúcuta y empresarial por completo. Podríamos estar hablando de pasar de una expectativa de ocupación promedio de 50 % a elevarla al 60 % o 65 % y quedar más o menos en equilibrio con los mejores destinos de Colombia”, dijo la dirigente gremial.
Finalmente, desde la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en ese departamento manifestaron que “después de siete años de un retroceso económico y social para la región, estos nuevos escenarios y posibilidades que se abren para la ciudad serán decisivos para reducir los niveles de desempleo y aumentar la producción regional”.