«Aquí culmina un proceso de selección del Contralor General de la República en el que intervienen varias instituciones del Estado.
A mí me corresponde la posesión.
Y está bien que así sea, porque el Contralor General tiene que controlarnos.»
Y además dijo el Presidente Petro.
«Le he pedido que no haya ninguna distinción, ni temor alguno por investigar cualquier actuación administrativa de funcionarios del Gobierno, de cualquiera de sus niveles. Que goza de la más absoluta independencia, que no debe tener ninguna aprehensión de ningún tipo, porque se trata, desde la perspectiva del control fiscal, de detener el que el dinero público se evapore sin cumplir su función social».
Al final un Estado sirve es si la gente vive mejor. Sino para qué.
Y la gracia de cualquier política pública de la contratación del Estado en general, es precisamente que la gente pueda vivir mejor, no que se evapore el dinero. Sea simplemente por errores de tipo administrativo, sea por delitos, que ya son de otro orden y de otra competencia, pero que perfectamente pueden ser detectados en la Contraloría General de la República. Lo que llamamos la corrupción.
La corrupción es la que está entregando el Estado a las mafias.
Yo diría que se ha llegado a un momento de evolución de la corrupción en Colombia en donde ya prácticamente sectores del Estado dirigen el delito, no la lucha contra el delito.
Y en esa medida hay que hacer un enorme esfuerzo, porque no lograremos la paz, no lograremos reducir los niveles de violencia, muchísimo menos lograremos más justicia social, que al final de eso es que se trata; ni justicia ambiental, ni paz, ni justicia social, ni justicia ambiental, si el Estado queda en manos de la corrupción. No es posible.
Esa tarea solo lo puede hacer un Estado que sea capaz de cuidarse a sí mismo, de ser instrumento de las organizaciones del crimen, cualquiera que sean sus siglas.
Y en esa medida la Contraloría aquí juega un papel.
Muchas veces se ha dicho que los órganos de control del Estado se han convertido en instrumentos de chantaje político.
Y el chantaje político no es solo sino una forma que adquiere la política corrupta. Cuando la política no es corrupta no se necesita del chantaje.
Esas afirmaciones, que incluso yo las he padecido en mi carne propia, en mi existencia, no están entonces lejanas a la realidad.
Los órganos de control deben ser de ahora en adelante, lo han sido en muchas ocasiones, mucha gente brillante ha pasado por allí, no podemos generalizar, una práctica la del chantaje político que, simplemente, ha venido es creciendo en Colombia.
Muchas personas a través de los órganos de control han luchado por separar el Estado del crimen. Y yo creo que eso fundamental.
La más absoluta separación del Estado del crimen es lo que nos permite tener un instrumento para la construcción de la paz. El Estado.
Entonces, señor Contralor, usted tiene una enorme responsabilidad aquí de ahora en adelante.
Es independiente usted de nosotros como Gobierno. Sea lo del Congreso, sea lo de cualquier institución pública, sea lo de las instituciones civiles o militares.
Usted tiene la responsabilidad mayor, al lado mío, de garantizarle a la sociedad colombiana que el Estado es de la sociedad y que el Estado jamás será del crimen, del derroche, del mal uso del dinero público.
Gracias, muy amables.
Felicitaciones a usted y a su distinguida familia.