Son esa clase de partidos en donde el talento se sobrepone a las ganas. A la presión. Prácticamente es dejar la huella y demostrar que es un futbolista élite. Luis Díaz lo dejó más que claro. En una noche para el olvido, sobre todo para Darwin Núñez, que se fue expulsado cuando su equipo caía 0-1, el guajiro sacó de su bota un misil inatajable que bastó para que los Reds no cayeran ante su afición. Sigue entre algodones el Pool, pero el ’23’ más intratable que nunca.
El refrán ‘Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe’ no aplicaba en Anfield. Aunque los dirigidos por Klopp salieron con sangre en el ojo, fue el Palace el encargado de romper el marcador. Y en un contragolpe precioso. Eberechi Eze dio un pase profundo a Wilfried Zaha, y el marfileño no se puso nervioso ante el gigante Alisson. Una definición con el borde interno exquisita, que se adornó con el combo palo y gol.
Si antes de eso era un monólogo, a partir de entonces solo una mitad del campo bastaba para la transmisión. El Liverpool se volcó al ataque y Díaz, que si bien no mostraba esa chispa que lo caracteriza, tenía guardado el as bajo la manga. Pero dicho truco de magia debía esperar. Lo que sí nadie se esperaba era la roja de Núñez.
¡LE ROMPIÓ EL ARCO! Lucho Díaz encaró y sacó un fantástico bombazo para el 1-1 del Liverpool ante Crystal Palace en la #PREMIERxESPN.
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— SportsCenter (@SC_ESPN) August 15, 2022
La segunda mitad empezó con un Liverpool más adelantado y dejando fisuras atrás, pero éstas no fueron aprovechadas por el Palace. Caía la noche y se hacía más oscura luego del cabezazo de Darwin a Joachim Andersen. Una expulsión infantil, que dejaba frío a Anfield y esperaban que alguien hiciera de luz en el faro. Y cuando las papas queman, saltó el superhéroe Díaz. Con una marca registrada de la casa. El ’23’, desde la derecha, empezó a quitarse rivales de encima como conos, remató desde la frontal y el misil no pudo ser desactivado por el español Guaita. Golazo. Sin necesidad de un pie de foto.
Por mucha fuerza que hiciera, los dirigidos por Klopp siguieron insistiendo en llevarse la victoria, pero ni Salah ni compañía pudieron ponerse la capa. Por su parte, Díaz hacía y deshacía tanto en campo rival como en el propio, hasta cortando avances peligrosos del Crystal Palace. Al final, un empate agridulce y a la espera de seguir hundiendo al United en la próxima salida por Premier.